Una completa revisión de sus resultados financieros y de la restructuración que los llevó a fusionar su negocio portacontenedores con el de Hapag-Lloyd realizó el gerente general de la Compañía Sud Americana de Vapores (CSAV), Oscar Hasbún, en el marco de la Junta de Accionistas de la firma que, junto a la germana, ingresó al grupo de los cinco principales operadores mundiales de transporte de contenedores.
En esa línea, Hasbún explicó los resultados financieros de 2014, destacando la sostenida mejoría que los números de la empresa han evidenciado desde 2011 y el positivo impacto en el último ejercicio de la fusión con Hapag-Lloyd.
El cierre de la transacción con la naviera alemana generó a CSAV una utilidad de US$ 619 millones, gracias a la cual la compañía finalizó 2014 con una utilidad anual de US$ 380 millones. En 2013 la firma ya había reducido sus pérdidas en un 46% respecto de 2012.
Asimismo, el ejecutivo detalló que la fusión con Hapag-Lloyd –que se concretó en diciembre de 2014– es la culminación de un profundo proceso de transformación que comenzó luego de que Quiñenco ingresara a la propiedad de la empresa en 2011.
La nueva hoja de ruta de CSAV, además de la búsqueda de un socio estratégico, contempló como grandes pilares la reducción de su capacidad de transporte de carga, el aumento de flota propia y el establecimiento de acuerdos de operación conjunta con otras empresas, además de la división de SAAM y el fortalecimiento financiero de la compañía.
Hasbún señaló que “en Hapag-Lloyd encontramos el aliado ideal para construir una compañía sólida y líder a nivel mundial. La empresa combinada tiene presencia global y cuenta con una de las flotas más modernas del mercado. Asimismo, la fusión presenta a la compañía combinada oportunidades únicas de ahorro de costos”.
El ejecutivo agregó que lo anterior, sumado a las mejores condiciones que la industria ha evidenciado en los últimos meses, debería influir positivamente en el resultado del primer trimestre de 2015 de las actividades portacontenedores.
Tras el cierre de la transacción, CSAV se convirtió en el accionista mayoritario de Hapag-Lloyd, con el 34% de la propiedad. El negocio portacontenedores sigue siendo el más relevante para CSAV, representando cerca del 80% de sus activos totales.
Respecto de los negocios que permanecieron en CSAV tras la fusión –transporte de vehículos, graneles, carga refrigerada y Norgistics– Hasbún manifestó que “por ahora estamos enfocados en mejorar nuestra operación en esos segmentos y evaluando las distintas oportunidades estratégicas que tienen estos negocios”.
En la oportunidad, se decidió mantener a KPMG como empresa auditora externa. Asimismo, se optó por Feller Rate y Fitch como las clasificadoras de riesgo para el ejercicio 2015.