Los camioneros de Iquique solidarizaron con los trabajadores en huelga del sindicato número 2 de Muellaje ITI (MITI) que prestan servicios a Iquique Terminal Internacional, solicitando la renuncia de Manuel Cañas, gerente general del concesionario.
En una manifestación que incluyó un recorrido por las principales calles de la capital de Tarapacá, los camioneros expresaron “su angustia” ante la paralización que llevan adelante los estibadores.
“Venimos saliendo de una paralización de los funcionarios de Aduanas que duró nueve días del 20 al 29 de mayo, luego el día 30 a la media noche trabajadores portuarios representados en el sindicato N°2 paralizan sus actividades en demanda de sus peticiones a la empresa ITI S.A. Si sumamos llevamos prácticamente más de 15 días, sin contar marejadas, sin que el puerto pueda trabajar en forma normal, esto pone en una dificil situación a todos”, dijeron los camioneros en una carta abierta a la comunidad iquiqueña.
En la misiva, los transportistas aseguraron que ven con “preocupación” lo acontecido en Iquique Terminal Internacional, ya que “a nivel internacional estamos calificados en rojo como puerto conflictivo, marca que ha significado que líneas navieras ya no vengan con sus barcos a nuestro puerto, marca que significa que clientes de zona franca ya no quieran traer sus contenedores a nuestro puerto, porque además de conflictivo, tenemos los enormes costos que se han incrementado al no haber una competencia y al tener una condición prácticamente monopólica del manejo de las cargas en nuestro puerto”.
Según los camioneros, “este no es un conflicto entre privados como ha sido calificado por la autoridad, esto se torna en un conflicto social, y al pasar a ser social, el gobierno debe intervenir prontamente para buscar soluciones más aún en un terminal portuario estatal”.
Al final de su declaración, firmada por la Asociación Gremial Comando Defensa Puerto Iquique y la Unión de Camioneros, los transportistas llaman a toda a la comunidad iquiqueña a pedir la salida de Manuel Cañas por “la nula voluntad para negociar con seriedad y respeto y por sus reiterativos paros”.