Rusia, al igual que la flota fantasma que utiliza para transportar su petróleo, construiría una flota paralela para movilizar gas.
Tal como informa GCaptain, el gas es clave para los planes del Kremlin de impulsar las exportaciones, reabastecer las arcas del gobierno y financiar su maquinaria bélica, pero eso requiere una mayor participación en el mercado mundial de GNL.
Hasta la fecha, los planes de expansión se han visto obstaculizados por las sanciones estadounidenses que han mantenido alejadas a las empresas extranjeras y han detenido la entrega de los buques especializados, preparados para el hielo, que son claves para llegar a las instalaciones del Ártico.
Asimismo, las nuevas restricciones europeas que entrarán el próximo año y limitarán el acceso a los puertos obstaculizarán aún más la actual cadena de suministro.
“Hay varios indicios que apuntan a los esfuerzos de Rusia por crear una flota oscura para el GNL”, dijo Malte Humpert, fundador del Arctic Institute.
En los últimos tres meses, la propiedad de al menos ocho buques ha sido transferida a empresas poco conocidas en Dubai, según Equasis, una base de datos mundial de transporte marítimo. Cuatro son de clase hielo y ya han recibido la aprobación de Moscú para navegar por las aguas árticas de Rusia en verano del hemisferio norte.
Cabe señalar que Rusia, actualmente el cuarto mayor exportador de GNL, tiene todos los motivos para seguir adelante en su esfuerzo por encontrar rutas alternativas al mercado. Estados Unidos ha impuesto sanciones separadas para impedir el inicio de las exportaciones desde Arctic LNG 2, una nueva instalación desarrollada por Novatek, el mayor exportador de GNL de Rusia.
Una flota paralela podría eludir las restricciones y sería un golpe para un área clave donde las sanciones occidentales han tenido impactos inmediatos y tangibles.