Los puertos guatemaltecos mueven el 17% de la carga en la región, solo superados por Panamá, que registra el 56%. Sin embargo, la infraestructura de los recintos, que movilizan 18 mil millones de dólares anuales, estaría rezagada, de acuerdo a los usuarios del sistema.
Lucía Soto, directora ejecutiva del Consejo de Usuarios del Transporte Internacional de Guatemala (Cutrigua), destacó que en los últimos años se han invertido más de US$6 millardos en la región para mejorar la infraestructura portuaria, pero la mayoría fue en Honduras, donde destaca la ampliación de Puerto Cortés y en Panamá, con la ampliación del Canal.
“Para tener más competitividad es necesaria la inversión, mejorar la tecnología y modernizarnos para no quedar atrás. La tendencia internacional es hacerlo con alianzas público privadas, algo que es necesario aquí por la falta de recursos del Estado. Pero a veces la falta de certeza jurídica frena inversiones privadas”, comentó Soto, según consigna El Periódico.
En los próximos movimientos de la región ya están encaminados con el proyecto de la terminal de contenedores de Moín, en Costa Rica, y la licitación que acaba de lanzar la autoridad del Canal de Panamá para elegir la empresa que construirá el Puerto de Corozal.
En el caso de Guatemala, las dos apuestas para la modernización son la Terminal de Contenedores Quetzal (TCQ) y la Terminal Ferroviaria de Puerto Barrios. TCQ, según Soto, es comparable a lo que hay en la región por su automatización, su tecnología y su calado, que permite atender a barcos más grandes. El problema es que está parada su operación por todos los problemas legales.
Por ello desde Cutrigua pidieron al Gobierno que castiguen a todos los que accionaron mal, pero que tomen medidas para poder usar TCQ y no quede como un museo a la corrupción, porque sin esa terminal se está perdiendo competitividad.
Las aduanas siguen siendo el gran problema en el país, como se ve reflejado en la recaudación de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) que está alrededor de Q1 millardo por debajo de la meta prevista en el comercio exterior.
Jean Paul Brichaux, director ejecutivo de la Asociación de Exportadores de Café comentó que el problema principal está en las importaciones donde se tarda de 10 a 15 días en sacar el producto. Eso impacta en los costos y hace que algunas personas lucren con esa ineficiencia.
Sin embargo, Rolando Paiz, presidente de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport) y empresario del sector de plásticos, comentó que ha mejorado mucho la gestión desde febrero. Explica su caso concreto y dice que la importación de materia prima para su sector ahora tarda un tiempo razonable en ser liberada y los selectivos rojos han bajado a niveles razonables.
Aun así el problema de los costos no se termina en las aduanas y los puertos, ya que según los usuarios, los costos extra por la contratación de seguros y custodios para resguardar la mercancía en las carreteras, y la mala condición de estas, genera más gastos asociados.
La operación de las aduanas ha sido señalada desde 2015 al desvelarse el caso La Línea en el que se demostró la evasión y defraudación de impuestos durante el anterior gobierno.
Paiz y Brichaux reconocieron que lo que se observa en todas las entidades del Estado es un temor a tomar decisiones y firmar documentos. Algo que afecta al día a día de todos los usuarios y genera atrasos en las operaciones.