Argentina: Jan De Nul despliega dragas para asegurar profundidades de navegación en el río Paraná


Foto de Sergio/MarineTraffic

Al mes tres dragas pertenecientes a la empresa Jan De Nul se encuentran trabajando para recuperar las profundidades adecuadas para la navegación en distintos tramos del río Paraná.

Cabe recordar que la vía fluvial se ha visto afectado por sequías que recientemente provocaron que un granelero quedara varado en el kilómetro 338 de la corriente aluvial.

En línea con lo consignado por ArgenPorts, en el Paraná Inferior se encuentra trabajando la draga Niña, específicamente entre el kilómetro 330 y el kilómetro 344.

En tanto, la nave Afonso de Alburquerque efectúa igual labor entre el kilómetro 449 y 452. En el caso del Paraná Medio, el navío Pinta está dragando entre el kilómetro 578 y 584.

De acuerdo a lo dado a conocer por el medio trasandino, las tareas llevadas a cabo por las máquinas de Jan De Nul responden, en algunos casos, a tareas habituales en la Hidrovía Paraná-Paraguay, mientras que en otros se encuentran relacionados con la merma en el caudal del río.

La Pinta está posicionada en la zona de la ciudad de Santa Fe. Se trata de una draga de tolva que navega con bandera de Bélgica, la que cuenta con 90 metros de eslora y 18,46 metros de manga.

En tanto, la Niña hace lo propio al sur de San Nicolás, donde había varado el granelero Clara Insignia. La unidad también corresponde a una draga de tolva, la que se encuentra registrada bajo el pabellón de Mauricio y mide 90 metros de eslora y 18,4 metros de manga.

En cuanto a la Afonso de Albuquerque, que se encuentra ahora a la altura de Puerto San Martín, es una de las dragas de succión por arrastre más ecológicas del mundo por cumplir con las normas ambientales Euro V.

La draga fue construida en 2018 y tiene bandera argentina, posee una capacidad de cántara de 3.500 m3, un peso muerto de 5.500 toneladas. Su eslora es de 89,3 metros y su manga de 22 metros, alcanzando una profundidad máxima de dragado de 27,6 metros.

Agus bajas

La bajante del río Paraná comienza a complicar la logística de granos por la Vía Navegable Troncal (VNT), lo que ha derivado en que múltiples buques cargados con agroproductos se encuentren fondeados al tener más de 10 metros de calado y, por tanto, imposibilitados de navegar ante la falta de profundidad en algunos sectores de la ruta fluvial.

Después de una importante creciente que se mantuvo casi hasta finalizar la primavera de 2023, con un máximo de 5,16 en el puerto de la capital provincial el 8 de diciembre, el río Paraná comenzó un descenso sostenido que se acentuó en el último mes hasta llegar a niveles similares a los que se vieron entre 2020 y 2022.

En declaraciones a Radio Plaza, que reprodujo el sitio Análisis Digital, el ingeniero del Instituto Nacional del Agua (INA), Juan Borus, explicó el fenómeno y admitió que “la variabilidad climática que nosotros vivimos, que es bien evidente en la región, limita mucho la capacidad de proyección certera”.

De todas formas, Borus indicó que en la parte norte de la Cuenca del Plata, formadora del caudal del río Paraná, específicamente la alta cuenca del Paraná en Brasil y la cuenca del Iguazú “posiblemente haya lluvias preponderantemente por debajo de lo normal, con lo cual esta situación de bajante que vivimos ahora, que se acentuó fuertemente en los últimos seis días, nos posiciona nuevamente en una situación parecida a la de 2020-2022, de aguas muy bajas, respondiendo a una sequía regional”.

Finalmente, cabe mencionar que especialistas en temas hídricos también han apuntado como factor a considerar a la retención de las represas brasileñas del Paraná.


 

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