en 2018, más del 60% de los pedidos de construcción a astilleros surcoreanos consideran la instalación de depuradores. Esto, en contraste con el 25% registrado en 2016 y 2017, según una presentación de Hyun-Tae Kim, inspector senior del equipo de soporte y tecnología en el Registro de Corea.
En los últimos meses, varias navieras han anunciado la compra de equipos de depuración, los cuales evitan la emanación de azufre por parte de los buques.
En ese sentido, MSC ha realizado un pedido a Wärtsilä por 170 millones de euros para adquirir depuradores, mientras que el transportista Frontline ha ido aún más lejos y ha invertido en un proveedor personal de depuradores, que comenzará a entregar estos equipos a más de 20 naves, según fuentes de Seatrade.
Al acercarse 2020, las navieras deben elegir una solución para adaptarse a las nuevas regulaciones globales de azufre, las cuales indican que los barcos no podrán navegar con combustible que contenga más de 0,5% de azufre a menos que se instale un depurador.
Por lo mismo, se cree que el hecho de que las navieras inviertan en tecnologías de depuración considera un beneficio financiero, ya que podrán continuar navegando con combustible que tiene una alta concentración de azufre, el cual es más barato que el que contiene bajos niveles de azufre.