Los bajos niveles de agua que se están registrando en el río Paraguay provocaron que los buques graneleros, que transitan por la vía fluvial, deban navegar cargados a la mitad de su capacidad, una situación que se tradujo en retrasos en el transporte de granos y otros productos.
De acuerdo a la agencia Reuters, el presidente de la Exportadores de Cereales y Oleaginosas de Paraguay, César Jure, aseguró que “la situación es crítica y delicada. Gran parte de las bodegas de carga se quedan sin usar, lo que se traduce en un costo directo a la hora de llevar los productos al río de la Plata (estero en Argentina)”.
Según expertos, se estima que el fenómeno, que comenzó hace tres años, durará al menos hasta 2022, obstaculizando el comercio. En este escenario, Jure señaló que la situación estaba obligando a los exportadores a buscar alternativas como rutas terrestres a puertos en Brasil, para cumplir con los contratos.
“Al final del año todavía tendremos un inventario de mercancías para exportar, tanto para la industria como para la soja. La nueva cosecha tendrá que esperar en silos hasta que podamos liberar la antigua”, indicó Jure.
Por su parte, el director del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos de Paraguay, Juan Carlos Muñoz, comentó que la sequía, provocada por las escasas precipitaciones, estaba causando que los tiempos de viaje se triplicaran.
“Todo el comercio está retrasado, todo está retrasado. Es un año muy complicado ya que el 96% del comercio exterior de Paraguay lo maneja el río y esto implica un impacto muy importante en la economía nacional”, manifestó Muñoz.