Por Redacción PortalPortuario.cl
@PortalPortuario
El Puerto de Paranaguá comenzará a aplicar, como nuevo protocolo de seguridad, una prueba de alcoholemia a los trabajadores que accedan al muelle. El testeo partirá desde este lunes 30 de noviembre y se realizará mediante un sorteo aleatorio determinado por el sistema electrónico.
“Es una ruptura de paradigma. Somos uno de los pocos puertos públicos del país que está implementando este sistema. Esperamos buenos resultados”, comentó Felipe Zacharias, asesor experto en Seguridad y Salud Ocupacional de Portos do Paraná.
Según Zacharias, los trabajadores están preocupados por el nuevo protocolo, pero no hay de qué preocuparse. “El objetivo no es castigar a nadie. Nuestro principal objetivo es la seguridad. Estamos para evitar que el trabajador que, tal vez, bajo los efectos del alcohol entre y exponga la seguridad de otros también en riesgo”, dijo el especialista.
Las personas que accedan a la recinto a partir del lunes a la 1 de la madrugada podrán ser convocadas para aprobar la prueba. Al pasar por el torniquete, el sistema bloqueará aleatoriamente y notificará al trabajador que debe pasar el alcoholímetro. Cuando esto sucede, el trabajador debe buscar al equipo de Port Guard que realizará el examen.
“Esta prueba de alcohol viene para salvaguardar al trabajador, en todos los sentidos. Hubo una campaña de orientación y concientización temprana, hicimos la capacitación con el equipo sobre cómo manejarlo, cuál es la tolerancia, qué procedimientos seguir y a partir de la semana que viene, Guarda puede aplicar estas pruebas”, señaló Thiago Matozo, agente de seguridad y coordinador del coordinador de seguimiento de la Unidad Administrativa de Seguridad Portuaria (UASP).
Se pueden seleccionar todos los trabajadores que accedan al muelle. Especialmente durante los horarios de cambio de turno. Las personas que trabajan en la zona portuaria de Paranaguá acceden a través de los torniquetes del edificio Dom Pedro II, el edificio operativo de la empresa pública Portos do Paraná. Cada día pasan cerca de dos mil trabajadores propios, portuarios individuales, subcontratados, empleados de las empresas operadoras y empresas que prestan servicios en el muelle.
Tal como explicó Matozo, son posibles tres situaciones durante la prueba. El primero sería el rechazo. El trabajador no está obligado a realizar la prueba del alcoholímetro, pero no podrá acceder a la franja del puerto sin presentar el resultado de la prueba.
En caso de positivo, es decir, si el resultado es igual o mayor al tolerado, que es de 0,3 miligramos de alcohol por litro de aire alveolar, la empresa deberá responder por el empleado que pueda tener el registro de acceso bloqueado. Si es negativo, el empleado está desbloqueado y normalmente puede acceder a la franja de puertos.
“En principio, la prueba sólo será en el acceso peatonal, a través de torniquetes. Seguiremos sin contar con básculas de portones, acceso de conductores, pero estos también estarán condicionados a la realización de un blitz, en la zona del puerto, donde quizás deban pasar la prueba de alcoholemia”, comentó el agente de seguridad.
El alcoholímetro es el equipo utilizado para realizar la prueba que indica la concentración de alcohol en el aire exhalado de los pulmones de la persona que se está analizando.