Buques cambian de propietarios a pesar de seguir atrapados en puertos ucranianos

Por Redacción PortalPortuario/Agencia Reuters

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Foto de Sergey Mikheyev/MarineTraffic

Desde que Rusia invadió Ucrania hace dos años, casi 50 buques mercantes han estado languideciendo en sus aguas, atrapados en puertos demasiado peligrosos para navegar. Si bien estos barcos no se han movido, algunos de sus propietarios han cambiado, lo que pone de relieve los riesgos que algunos actores del mercado están dispuestos a asumir en busca de ganancias.

Un análisis de Reuters de los datos de seguimiento de puertos y navíos que detalla la alineación de naves encontró que, al menos, nueve motonaves varadas en recintos portuarios ucranianos han sido vendidos desde febrero de 2023 en una serie de acuerdos discretos.

Los buques enajenados están atrapados en los puertos de Mykolaiv, Kherson y Mariupol, todos ellos inaccesibles. Otros cinco fueron traspasados mientras se encontraban en recintos ucranianos, pero desde entonces han podido zarpar desde el país, según tres fuentes de la industria.

En lo que respecta a los propietarios originales, el período de tiempo que los navíos no pudieron navegar significaba que podían reclamar la mayor parte, si no la totalidad, del valor de la nave en el seguro, según aseguradores y fuentes navieras familiarizadas con los acuerdos.

Lo anterior permitió que las motonaves se vendieran con descuento a inversores dispuestos a apostar a que en algún momento los barcos podrán navegar nuevamente.

“¿Quién quiere comprar un barco en una zona de guerra? Algunas personas lo quieren”, indicó Richard Neylon, socio del bufete de abogados HFW, que ha trabajado en varios de estos acuerdos.

“La categoría uno son las personas que piensan que pueden sacar el barco, y algunas lo lograron. La categoría dos son las personas que reconocen que estarán en esto por un largo tiempo, e idealmente tienen en cuenta ese riesgo”, agregó.

Neylon dio cuenta que la mayoría de los buques se vendían por alrededor del 25% de su valor original, aunque las tres fuentes de la industria dijeron que algunos se habían traspasado hasta por el 80% de su valor.

En línea con lo sostenido por algunas fuentes, el precio depende del estado de la nave y resulta probable que algunos sólo sean aptos para venderse como chatarra.

La guerra en Ucrania creó un revuelo sin precedentes para la industria naviera, convirtiendo de la noche a la mañana puertos que eran cruciales para el comercio mundial de cereales y metales en zonas minadas y prohibidas.

El tonelaje bruto de los barcos que hicieron escala en los puertos ucranianos durante el primer trimestre de 2023 disminuyó más del 70% en comparación con el promedio del año anterior a la invasión, según un análisis de la OCDE publicado en noviembre de 2023.

Actualmente, los navíos sólo pueden salir de Ucrania desde tres puertos –Odesa, Chornomorsk y Pivdennyi– a lo largo de una ruta temporal establecida para naves civiles que no tiene garantías formales de seguridad, aunque Rusia dice que no apunta a motonaves no militares.

La compañía naviera Taylor Maritime Investments, que cotiza en Londres, tenía un barco varado en Ucrania en un puerto no revelado y reclamó un seguro a finales de febrero de 2023, después de lo cual el grupo dijo que el buque dejó su propiedad. La empresa se negó a dar más detalles.

“Ponemos la seguridad de nuestra tripulación en primer lugar en todas las circunstancias cuando existe un riesgo real”, comentó a Reuters el director ejecutivo Edward Buttery.

“No quiero ser responsable de que la gente se lesione o algo peor cuando tengo la capacidad de no tener que tomar esa decisión”, sumó.

Otros, sin embargo, están dispuestos a correr riesgos. Las tres fuentes dijeron que la compañía naviera Blumenthal JMK, con sede en Hamburgo, compró al menos cuatro barcos en Ucrania, incluido el Primus, de bandera liberiana, que zarpó de Odesa en agosto pasado y que figura como administrado por la unidad de Blumenthal en Asia, y que los detalles del propietario están a cargo del mismo ente presente en el continente asiático.

En tanto, otros compradores parecen ser empresas registradas en Liberia o partes desconocidas, según los registros de envío, pero incluso a precios bajos, los riesgos son cada vez mayores para los compradores.

El seguro es mucho más caro que para los propietarios que compraron los barcos antes de la guerra y ahora se renueva semanalmente.

Foto de Eugen/MarineTraffic

El coste de mantenimiento de los buques incluye el pago del seguro y un porcentaje del costo del navío, que actualmente ronda el 1,5% semanal sólo para el seguro adicional contra riesgos de guerra. El valor de las naves atascadas varía entre 20 y 200 millones de dólares, dijeron las tres fuentes.

Los propietarios también deben pagar el mantenimiento del barco y otros gastos, incluida una tripulación básica, generalmente ucranianos locales, agregaron las fuentes. Incluso cuando están parados, los navíos en los puertos ucranianos son vulnerables.

El 27 de febrero, el buque de carga general Kuruoglu-3, de bandera turca, fue alcanzado por dos misiles rusos mientras estaba atracado en Jersón, lo que provocó que el barco se inclinara de costado, con la preocupación de que eventualmente pueda hundirse, ya que no cuenta con la tripulación completa, según indicó a Reuters un representante del propietario del barco, Kuruoglu Maritime.

Pero algunos compradores de barcos están familiarizados con esos riesgos. “Es sorprendente para los mercados que no tenían idea de que existían”, acotó Adrian Cox, director ejecutivo de la aseguradora Beazley.

“Así como existe un mercado para la deuda en dificultades, también existe un mercado para los barcos atascados”, concluyó.


 

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