800 mil pasajeros y 228 recaladas de 32 naves diferentes fueron los números que dejó la recién finalizada temporada de cruceros en el puerto canadiense de Vancouver.
Según informó Port Metro Vancouver, la temporada se inició temprano y culminó más tarde de lo habitual debido a la adición de nuevos itinerarios a Hawaii y la Costa de California por parte de Princess Cruises. A esto se sumaron rutas a Alaska y a otros destinos fuera de Vancouver.
“Estamos muy contentos de ver itinerarios de cruceros expandidos llegando a Vancouver. Esto demuestra el reconocimiento del atractivo global de Vancouver y las instalaciones de clase mundial en Puerto Metro Vancouver, también se ha ampliado la temporada y es la primera vez que los pasajeros pueden disfrutar el evento de Navidad en el Canada Place el mismo día de su partida”, ,dijo Peter Xotta, Vicepresidente de Planificación y Operaciones del Port Metro Vancouver.
El último crucero en arribar al terminal fue el Ruby Princess, nave que dejó -el pasado 15 de diciembre- el terminal de cruceros Canada Place que, a comienzos de año, completó una serie de mejoras en sus instalaciones añadiendo dos nuevas escaleras mecánicas y un ascensor, haciendo uso del espacio check-in adicional en el Centro de Convenciones de Vancouver, y la instalación de diez kioscos automatizados de control de pasaportes, toda mejora de la experiencia de los pasajeros en Vancouver.
A su vez, el terminal se ha equipado con un sistema de energía de orilla, por lo que cada nave es obligada a apagar sus motores y conectarse a la red eléctrica BC Hydro’s para recibir abastecimiento eléctrico suficiente mientras permanece atracado al muelle. Lo anterior ha permitido reducir la emisión de gases de efecto invernadero en más de 2.200 toneladas al año desde su creación en 2009.
En Vancouver, la industria de cruceros deja 2 millones de dólares por cada escala en la ciudad, lo que se traduce en 283.000 pernoctaciones solo en la ciudad y unas 440.000 en toda la provincia. Lo anterior provoca la creación de 6 mil empleos directos e indirectos, lo que constituye el pago de 220 millones de dólares en salarios e ingresos fiscales para los gobiernos municipales, provinciales y federales.
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