Por Redacción PortalPortuario
@PortalPortuario
El Diputado por el 7º Distrito, Región de Valparaíso, Andrés Celis, anunció la presentación de un proyecto de ley para incrementar la responsabilidad penal de cadena de mando ante fallecimientos por accidentes laborales. La iniciativa nace del trabajo conjunto con el abogado Felipe Oléa, representante de la familia del portuario fallecido en 2020 en el concesionario DP World del Puerto de San Antonio.
Lo tratado se materializó con la llegada hasta el Congreso Nacional de los familiares de Rodrigo Flores, quien perdiera la vida al caer al mar la noche del lunes 30 de noviembre durante una faena de descarga de clinker. En el edificio del órgano legislativo fueron recibidos por el diputado Celis para informar en conjunto la preparación de la instancia legislativa que busca endurecer la carga penal de los autores de homicidio culposo que ocurran en circunstancias de la actividad laboral.
Lo anterior también se da en el contexto del avance del proceso penal en la ciudad de San Antonio, ya que en la jornada del lunes 21 de agosto se formalizó al gerente de operaciones, Mauricio Argandoña, y al supervisor Mario Concha, de la empresa Muellaje Central, que presta servicios para el actual concesionario DP World; por la responsabilidad que les pudiera corresponder como autores del delito de homicidio culposo por el fallecimiento del trabajador portuario. Ambos imputados quedaron con arraigo nacional y firma mensual por los 120 días que dure la investigación.
Bajo este contexto, el diputado Andrés Celis señaló que “vamos a presentar un proyecto de ley que endurezca la responsabilidad penal de todos aquellos autores de homicidios culposos que sucedan con ocasión de cualquier actividad laboral. Es muy común que aquellas actividades en materia minera se suspendan, las labores, pero cuando ocurre alguna actividad en algún puerto de nuestro país y fallece algún funcionario en un puerto, las labores del puerto continúan. Y por lo general nunca se hace justicia respecto al fallecido y sus familiares y esto debe cambiar”.
El abogado de la familia Flores, Felipe Oléa, manifestó que “el problema está que nuestra legislación es muy, en este caso, poco severa con delitos de esta naturaleza. Cuando fallece una persona, nos parece que la atención, que el ordenamiento jurídico debiera prestarle a un hecho de esta naturaleza, debiera ser el más gravoso, toda vez que el bien jurídico protegido, que es la vida de una persona, no se puede transar”.
“La forma en que se desarrolló el accidente laboral que significó el fallecimiento del trabajador portuario, revela la inexistencia en general de protocolos de prevención que de manera eficaz limiten los múltiples riesgos que significa la actividad portuaria, pero también en particular, como un conjunto de malas decisiones pueden terminar con la vida de una persona ante la falta de diligencia de los superiores jerárquicos que en materia laboral deben organizar el funcionamiento de una faena”, agregó.
Una de las hijas de Rodrigo Flores, Valentina Flores, aseguró que “para nosotros como familia es relevante dar a conocer las circunstancias en que murió nuestro papá, donde no había medidas de seguridad, no había chalecos salvavidas, no había demarcación en el lugar de trabajo, no tenían protocolo de caída de hombre al agua, no existía nada de esto, esto se empezó a generar luego de la muerte de nuestro papá y por lo que tenemos entendido hasta el día de hoy no se ejecuta, entonces para nosotros igual es relevante poder dar a conocer estas problemáticas que existen en el Puerto, que quizás nadie sabe y como decía mi hermana es importante poder dejar una huella y que existan soluciones reales, que puedan existir sanciones”.
En la misma línea, Francisca Flores, también hija del fallecido trabajador portuario, expresó que “esto para nosotros es súper significativo. Es dejar una huella, esa huella que mi papá quería dejar. Nunca imaginábamos que era una huella tan trágica. Pero esta es una circunstancia la que nos permite mirar más allá. Dejar que esa huella sea significativa para sus amigos, portuarios, para aquellos trabajadores (…) creo enormemente que mi papá sí va a dejar una huella, y sí va a haber justicia por él, y por las personas que ya han fallecido. No hay nada que reemplace a un ser querido. Y esto es lo único que nosotros podemos hacer”.
Finalmente, cabe recordar que -en el transcurso de 2023- han fallecido un total de cuatro trabajadores portuarios a lo largo del país, siendo el último caso ocurrido en la madrugada del lunes 21 de agosto en el Puerto de Arica. Debido a lo anterior, la Unión Portuaria de Chile (UPCh) denunció falta de fiscalización y “precarias condiciones laborales”.