En Montevideo, cerca del puerto, hay un grupo de barcos oxidados y abandonados en el agua. En Uruguay lo llaman un “cementerio fantasma de embarcaciones”, al que se accede con la vista en la bahía de la capital. Casi todos los barcos que ahí están esperan una orden judicial para ser retirados.
En ese sentido, la Administración Nacional de Puertos (ANP) empezó con un plan de recuperación de la bahía de Montevideo contratando a una empresa para que se encargue de retirar y “desguazar” los barcos abandonados en el agua.
La primera etapa de este plan implica unos 3 millones de dólares de inversión, la que implica convertir en chatarra a unos veinte barcos de los cincuenta que se encuentran en este estado, según el programa Subrayado de Canal 10.
Juan Curbelo, presidente de la Administración Nacional de Puertos, explicó el impacto positivo que tiene esta iniciativa, tanto para el puerto como para la ciudad de Montevideo, ya que el objetivo es dejar la bahía limpia y que queden solamente los barcos que están operativos.
Además, dentro de los beneficios está recuperar sitios de atraque y espejos de agua (superficie que utilizan los atraques), y eliminar la contaminación ambiental que generan las embarcaciones en desuso, específicamente por el óxido.
Sin embargo, para que las embarcaciones puedan ser desguazadas, las mismas deben estar embargadas por el Estado y declarados en abandono por la Justicia. Ese proceso lleva tiempo y, por lo general, se trata de barcos que tienen muchos años en la bahía de Montevideo. Además, muchas de las agencias marítimas a las que pertenecían ya no existen. “Es un proceso complejo”, dijo Curbelo.
Según Luis Costa, de la Administración Nacional de Puertos – Puntas de Sayago (una de las áreas de la bahía de Montevideo donde se encuentran las naves), el problema más grande con esos barcos es el estado de deterioro que tienen. “Es todo un trabajo de hormiga, prácticamente”.
Hace 90 días que la empresa contratada por el Estado comenzó sus tareas de desguace y ya lleva 700 toneladas de hierro fundido. El deterioro es, en los casos de mayor antigüedad, de 40 años colocados en el mar de la costa montevideana.
La firma Fewell, integrante del Grupo Christophersen, deberá cumplir con el trabajo de transformar en chatarra a los primeros veinte barcos en 450 días. Al momento, ya se logró el trabajo con dos, aunque hay algunos que necesitarán de trabajo en el lugar donde se encuentran, debido al estado de deterioro que presentan, según recoge Infobae.
Las tareas operativas implican comenzar con un proceso de limpieza y luego de alivianamiento que se realiza en Puntas de Sayago. Aldo Villar, representante Fewell, comentó que hay dos tipos de barcos en este proceso de desguace. El mejor, y el más fácil, es el que se quemó, porque todos los residuos ya se fueron de allí. Después, están los barcos que fueron vandalizados, los que tienen basura dentro y los que están bien conservados.
Incluso, dentro del grupo de barcos en el cementerio fantasma, algunos de los pesqueros que están en litigio tienen marineros extranjeros viviendo a bordo, en sus instalaciones. Lo que sucederá es que, una vez que el buque esté a disposición de la empresa para comenzar el desguace, las personas que están instaladas ahí deberán retirarse de la embarcación.
Cuando termine esta primera etapa de desguace de 20 barcos en 2022, la Administración Nacional de Puertos extenderá el contrato a Fewell para continuar con el resto de los buques y recuperar la parte del puerto que se encuentra obstruida.