China ha entregado su primer buque de investigación científica con capacidad para operar en el Ártico. El navío fue diseñado para la exploración global de aguas profundas, lo que marca un avance significativo en esta materia y en las capacidades polares del país, según consignó el medio gCaptain.
El Tan Suo San Hao (Exploración N° 3), construido por Guangzhou Shipyard International, representa un hito importante en las ambiciones marítimas de China. El buque de 104 metros de eslora cuenta con un desplazamiento de 10.000 toneladas, una autonomía de 15.000 millas náuticas y capacidades innovadoras para romper el hielo en dos direcciones.
“El buque permitirá que la capacidad de buceo profundo tripulado de China alcance toda el área oceánica alrededor del mundo”, según declaraciones oficiales. El proyecto Tan Suo San Hao, financiado conjuntamente por el gobierno provincial de Hainan e instituciones científicas, demuestra la creciente capacidad tecnológica de China en materia de exploración marítima.
El hito se produce en un momento en que China planea una ambiciosa expedición tripulada al fondo del océano Ártico, lo que podría convertirla en la segunda nación, después de Rusia, en lograr esta hazaña.
La rápida construcción del buque, completada en menos de 10 meses desde el corte del acero hasta el lanzamiento, muestra las crecientes capacidades de construcción naval de China.
La entrega del Tan Suo San Hao sigue a un año activo en operaciones en el Ártico, en el que China envió tres rompehielos a la región y realizó su primera patrulla conjunta en el Ártico con Rusia.
A pesar de estar geográficamente distante del Ártico, China ha intensificado su presencia en el norte, identificándose como un “estado cercano al Ártico”, una afirmación que las naciones del Ártico occidental cuestionan.
Los intereses comerciales del país en la región también se han expandido, con niveles récord de entregas de petróleo crudo y envío de contenedores registrados este año.