Por Redacción PortalPortuario/Agencia Reuters
China ha intensificado sus ventas de automóviles en Sudamérica desde la apertura el año pasado del Puerto de Chancay, al norte de Lima, Perú. Este megaproyecto, construido bajo la Iniciativa de la Franja y la Ruta, ha reducido a la mitad los tiempos de envío transpacífico, justo cuando los fabricantes chinos enfrentan mayores barreras de entrada en Estados Unidos y restricciones comerciales más estrictas en Europa.
“Cada buque trae entre 800 y 1.200 vehículos”, indicó Gonzalo Ríos, subgerente de Cosco Shipping, operador del recinto portuario, en declaraciones a Reuters en octubre. Cosco espera que el número total de vehículos provenientes de China alcance los 19.000 antes de fin de año.
Los automóviles que llegan a Chancay no se quedan en Perú. Cosco Shipping completó su primer transbordo marítimo de vehículos en septiembre, enviando 250 autos hacia Chile, donde las marcas chinas captaron el 33% del mercado automotriz total en julio.
Otra operaciones similar estaba en marcha la semana pasada, trasladando híbridos y eléctricos a Chile. Cabe recordar que Cosco Shipping inauguró en agosto del presente año su servicio internacional de transferencia automotriz en el recinto portuario chancayano.
Cosco Shipping también ha dirigido envíos hacia Ecuador y Colombia, con el objetivo de convertir a Perú en un centro regional de distribución de autos chinos híbridos, eléctricos y convencionales, según lo indicado por Ríos a Reuters.
La empresa china Chery, que tenía menos del 2% del mercado de vehículos eléctricos en Perú en septiembre, ya está utilizando el corredor para acelerar entregas en todo el continente, según informó la compañía.
Datos de aduanas peruanas muestran que solo en julio llegaron 3.057 autos al puerto, frente a los 839 registrados en enero. Perú no cuenta con una industria automotriz a gran escala que se oponga al impulso comercial chino, pero en otros países ha generado tensiones, especialmente en Brasil.
Algunas empresas chinas están realizando inversiones en fábricas en Brasil, cuyas barreras arancelarias sirven como incentivo para producir localmente. BYD comenzó a ensamblar vehículos eléctricos en octubre en la antigua planta de Ford en Bahía, mientras que Great Wall Motors inició producción parcial en agosto en una instalación reacondicionada de Mercedes-Benz.
Ricardo Bastos, director de Asuntos Institucionales de GWM Brasil y presidente de la asociación de vehículos eléctricos del país (ABVE), expresó que la entidad espera comenzar a exportar vehículos desde su planta en Brasil hacia la región en 2027 -posiblemente antes- aprovechando acuerdos comerciales favorables con México, Chile y el bloque Mercosur.
“Brasil fue el tercer país en recibir una fábrica de GWM después de Rusia y Tailandia; es una decisión estratégica que demuestra la fuerza que tiene América Latina”, dio cuenta Bastos en una entrevista.
Grandes cantidades de autos chinos también están siendo importadas a Brasil. A principios de este año, el car carrier más grande del mundo atracó en el Puerto de Itajaí, Brasil, con 7.292 vehículos eléctricos e híbridos.
Grupos industriales y sindicales brasileños afirman que China está aprovechando las barreras arancelarias temporalmente bajas para vehículos eléctricos en el mayor mercado automotriz de Sudamérica para aumentar sus exportaciones, en lugar de invertir en fábricas brasileñas y generar empleo.
BYD también ha enfrentado críticas por reportes sobre malas condiciones laborales en su nueva planta de Bahía. El gobierno ha comenzado a restablecer los aranceles a las importaciones.
Los aranceles sobre vehículos eléctricos extranjeros comenzaron a regresar el año pasado y se espera que alcancen el 35% en julio de 2026, lo que, según Bastos de GWM, hace que las fábricas locales sean clave.
Brasil podría pronto replicar a Chancay como centro regional de distribución. El Puerto de Vitória, en la costa atlántica del sureste de Brasil, lidera actualmente las importaciones nacionales de vehículos.
El gerente de país de BYD en Argentina, Stephen Deng, dijo a Reuters en octubre que la empresa espera recibir vehículos desde Brasil en 2027.
“Creo que eventualmente podríamos ver a Argentina adoptando las mismas tasas de vehículos eléctricos que vemos en Brasil”, afirmó Deng.
La adopción de vehículos eléctricos aún enfrenta obstáculos en Sudamérica, como las largas distancias y redes de carga irregulares, señaló Martín Bresciani, presidente de la Cámara de Comercio Automotriz de Chile (Cavem).













































