Por Andrés Orrego Siebert

@PortalPortuario

Este año no habrá reconocimientos, encuentros, comidas ni homenajes. Los 202 años de la Marina Mercante de Chile, que se cumplen este 26 de junio, estarán marcados por el distanciamiento social y el desafío de los recambios de tripulaciones debido a la pandemia del Covid-19.

Así lo contó a PortalPortuario.cl, Ricardo Tejada, gerente general de la Asociación Nacional de Armadores (ANA), luego de saludar el esfuerzo que realiza la gente de mar chilena que presta servicios en buques que navegan con la bandera de Chile o enarbolando un pabellón extranjero.

“Lo principal es el tema de la salud, proteger a la gente y a nosotros mismos, entonces si bien la Marina Mercante cumple 202 años como una institución que ha sido parte del camino de Chile, que lo ha llevado a mejorar su economía y a proyectarse en el mundo, este no es un año para celebrarlo, por lo menos, publicamente. El sentimiento está, pero hay que hacerlo más íntimamente sin celebraciones, sin los homenajes que se hacía a los tripulantes, a los oficiales, con los reconocimientos de la Armada y este año será distinto, con un poco de pena porque es como el cumpleaños de uno que gusta celebrarlo y aquí también nos gusta celebrarlo con nuestros amigos, nuestros clientes y socios, pero este año no será así, por las condiciones en las que estamos”, señaló Tejada.

“No ha sido fácil”

Consultado sobre cómo ha sido para la Marina Mercante de Chile vivir estos seis meses de pandemia, el gerente general de la ANA reconoció que ha habido dificultades, pero que -poco a poco- se han ido subsanando.

“No ha sido fácil, porque es algo nuevo para todos. Estamos preparados para incendios, otras catástrofes, marejadas para crisis económicas,  pero este es un tema absolutamente nuevo en el que además está en riesgo la salud y la vida de las personas, por lo que es un tema con el que no hay que jugar. Tomamos acciones muy rápidamente y afortunadamente vimos lo que pasó en Europa para aplicarlo aquí en Chile”, comentó.

Respecto de las dificultades vividas, Tejada detalló que “primero ha sido personal, porque nuestras tripulaciones han tenido que pasar un poco más de tiempo embarcados cuando llegan a puertos, porque está restringido el contacto con personas de abajo, entonces no puede desembarcar, en su misma casa, en sus periodos de descanso, han tenido que estar un poco más encerrados, igual que todos, pero ellos vienen, además, de navegar y se han sumado protocolos que antes no existían como los relevos de las dotaciones que son más burocráticos e inicialmente hubo ciertos problemas de coordinación entre las distintas autoridades, pero no por un tema que quisieran hacerlo, sino por desconocimiento y por la premura y las ganas de hacer bien las cosas”.

En esa línea, Ricardo Tejada señaló que las dificultades se han subsanado, porque “hemos tenido buena voluntad por parte de la Directemar, del Ministerio de Salud, el Ministerio de Transporte y, en general, todo ha permitido salir adelante, mantener la cadena logística y el abastecimiento del país de nuestros productos sin que falte nada, algo que sería gravísismo y eso lo hemos logrado sin afectar la salud de las personas y esto tenemos que seguir haciéndolo hasta que haya una nueva normalidad”.

Tejada identificó que, además de los relevos, también hubo problemas en los arribos de buques internacionales con dotaciones chilenas o con tripulación foránea, porque “antes uno podía hacer relevo prácticamente en cualquier parte. Hoy día se han establecido punto, puertos, protocolos, plazos, las mismas cuarentenas que tienen que hacer los tripulantes chilenos y extranjeros que era un tema que antes no existía. Las revistas a los buques eran presenciales, ahora son más documentales, aunque ha habido más facilitación por parte de las autoridades, eso es indudable y ha permitido que esto funcione”.

El gerente general de la ANA contó, asimismo, que en la dinámica de los relevos, las empresas podían tener a la gente para hacer el cambio, pero el problema que se dio es que las fronteras han estado cerradas, por lo que -en muchos casos, sino en la mayoría- resultó más fácil mantener navegando a las personas un tiempo más que desembarcarlos y tenerlas en cuarentena en un puerto extranjero. De esta forma se llegó a tener a unos 300 mil marinos mercantes de todo el mundo sin poder desembarcar gracias a la pandemia.

En ese contexto, Tejada aclaró que “no hay marinos (chilenos) que hayan quedado botados en otro país, porque es preferible que estén embarcados más tiempo. Ahí sí la coordinación que hay que hacer es que al momento del desembarque, sea por un país o por otro, por una frontera u otra, la persona pueda volver lo antes posible a Chile”.

Post pandemia

En relación al escenario post Coronavirus, Ricardo Tejada partió del hecho de que la baja en el consumo, en el precio del petróleo y la optimización de las flotas ha hecho reducir la carga y la necesidad de transporte.

“Esperamos retomar el consumo, que se retomen las cantidades de carga que había, volver a esa normalidad y en cuanto al cuidado, hay cosas que se van a optimizar y nos hemos dado cuenta que hay buocracia que se ha elminado a raíz de esto y, obviamente, tiene que seguir así. Hay que digitalizar muchos procesos de papel que hacen más rápido el transporte marítimo y eso es lo bueno de esta pandemia, ya que nos ha permitido darnos cuenta que podemos hacer las cosas mejor, más rápidamente y con menos burocracia”, concluyó.