El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad de España descartó un caso sospechoso de enfermedad por virus Ébola en un barco atracado en el puerto de Algeciras tras activar el protocolo, ordenar el fin de las operaciones de estiba y desestiba y prohibir el acceso.
Según consigna Diario de Cadiz, se trató de uno de los tripulantes del buque Panther, que llegó procedente de Tánger, aunque anteriormente había hecho escala en un puerto de África Occidental, área donde se encuentran los países más afectados por el brote. Tras confirmarse la falsa alarma, el barco recuperó la libre plática, es decir, la autorización para realizar libremente sus operaciones, o marcharse según su calendario comercial de escalas.
La alerta surgió pasado el mediodía del viernes, cuando la Guardia Civil y personal de Sanidad Exterior llegaron a APM Terminals, donde el portacontenedores con bandera de Liberia permanecía atracado en tareas de estiba y desestiba. El objetivo de los funcionarios era interrumpir la faena porque habían tenido conocimiento de que el tercer oficial del buque estaba enfermo y podía ser sospechoso de que fuera debido al virus Ébola.
El buque llegó a Algeciras en la noche del jueves procedente de Tánger, aunque con anterioridad había hecho escala en un puerto de África Occidental.
Según contaron los estibadores que vivieron la situación, en aquel momento trabajaban en el barco entre dos y tres manos. Es decir, hasta unas 40 personas, que fueron conminadas a dejar su trabajo y a ofrecer su identificación a las autoridades, por si se confirmaban las sospechas de la temida enfermedad y hacía falta contactar con ellos para ponerles en cuarentena.
Posteriormente, el barco fue trasladado desde la zona sur del muelle Juan Carlos I, donde estaba atracado, hasta la punta del dique norte. Un práctico subió a bordo a realizar la maniobra en la dársena del puerto de Algeciras, igual que hizo en la noche del jueves, cuando la alerta aún no estaba activada.
Fuentes del Ministerio de Sanidad consultadas por este diario explicaron que Sanidad Exterior determinó en un primer momento interrumpir la carga y descarga y prohibir el acceso al Panther tras tener conocimiento de que uno de los tripulantes del portacontenedores estaba enfermo. Las mismas fuertes contaron que, una vez tomadas las medidas oportunas, se había descartado que se tratara de un caso sospechoso de ébola, e incluso que no se había considerado necesario tomar muestras al enfermo “porque no se bajó del barco”. De todas formas, indicaron que harían el seguimiento oportuno. Desde el Ministerio indicaron que ha habido al menos medio centenar de alertas de este tipo en España desde el inicio de la crisis, aunque siempre se ha descartado la enfermedad.
Ya por la tarde, el barco recuperó la bandera amarilla de buque sano que le permitía volver a las operaciones y mantener su calendario de escalas. Según señala en su señal AIS, su próximo puerto es Monrovia (Liberia), donde tiene previsto llegar el 29 de abril.
El Ministerio de Sanidad mantiene un protocolo en los puertos por el brote del virus Ébola. Según éste, las naves que se dirijan a un puerto español desde algún puerto de Guinea, Liberia o Sierra Leona en el periodo de 21 días de incubación de la enfermedad no cuentan con libre plática, es decir, no pueden entrar a puerto hasta que no obtengan un certificado de sanidad marítimo. Así, los capitanes de los buques deben presentar un certificado sanitario que avale que ninguno de sus tripulantes está afectado por el virus.
Fuentes consultadas por este diario indicaron que la escala que el Panther había hecho en un puerto de África Occidental fue hace más de 21 días, de ahí que tuviera libre plática y que se encontrara realizando operaciones cuando surgió la alerta sanitaria.
De todas formas, desde el comité de empresa de los estibadores del puerto de Algeciras indicaron que han pedido una reunión urgente a la Sociedad de Estiba y Desestiba Del Puerto Bahía de Algeciras (SAGEP) y a APM Terminals para conocer las circunstancias que se dieron para llegar al desalojo del barco y para asegurarse de que desde las terminales se exigen a las autoridades y a los buques todas las garantías sanitarias para el trabajo seguro de los portuarios.