Por Emiliano Galli, Trade News
@TradeNewsAr
El granelero Emerald Bay amarró en el puerto uruguayo de Nueva Palmira la semana pasada, cargado con 10.000 toneladas de fertilizantes (cloruro de potasio). Allí transbordó a barcazas con destino final a un puerto del Alto Paraguay.
Otro buque similar, el Princesse Oui, navega por estas horas por el norte de Brasil, también rumbo a Nueva Palmira, con carga y destino final similares.
Lo rutinario de la operatoria no permite obviar un par de datos delicados: la mercadería tiene a Bielorrusia como país de origen y al Puerto de San Petersburgo, Rusia, como punto de salida.
Aliados expuestos
Tanto Uruguay como Paraguay son aliados declarados de los Estados Unidos, país que instrumentó rigurosas sanciones a Rusia por la invasión a Ucrania, y a Bielorrusia por ser aliado estratégico de Rusia.
Lo llamativo es o bien la “omisión voluntaria” del origen de la carga, o bien la falta total de control por parte de la Aduana y Prefectura de Uruguay, que permitieron y documentaron el ingreso del buque de bandera británica Emerald Bay procedente de Rusia con mercadería bielorrusa, y emitieron los conocimientos de embarque tras el transbordo y partida en barcazas de la compañía Atria (Southern Cross Group) a Paraguay. Y, por si fuera poco, la operación se pactó en dólares norteamericanos: USD 7 millones.
El Emerald Bay atracó en el muelle de la terminal privada Ontur, en Nueva Palmira, propiedad de la forestal UPM y la agencia marítima Christophersen.
Sanciones
El Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, a través de su oficina OFAC (Oficina de Control de Activos Externos, en inglés), comunicó una serie de sanciones y dio un tiempo de gracia para que las operaciones comerciales con empresas rusas y bielorrusas se suspendan.
Por ejemplo, en el caso de la empresa estatal bielorrusa Belaruskali OAO (uno de los principales fabricantes de fertilizantes a base de potasio del mundo), las prohibiciones comenzaron a regir el 9 de agosto de 2021 y las liquidaciones estuvieron autorizadas hasta el 8 de diciembre pasado.
Las empresas de los países que adhirieron a esas sanciones se exponen, a su vez, a que Estados Unidos proceda a la intervención de sus activos, multas, bloqueos de cuentas, la imposibilidad de realizar transacciones o incluso ingresar en los Estados Unidos.
De acuerdo con la página oficial de OFAC, en alusión a otra compañía bielorrusa exportadora de potasio (BPC, propiedad de Belaruskali), manifiesta: “Si alguien que no sea norteamericano provee apoyo material a una compañía como BPC se expone a serios riesgos legales. El Gobierno de los Estados Unidos se reserva el derecho a imponer sanciones a todos aquellos que provean apoyo, asistencia material o hagan negocios con una SDN (organismo, empresa o persona en la “lista negra” de OFAC), que incluyen ingresar en la lista negra”.
A estos riesgos se exponen las personas físicas que intervinieron en la operación logística de transporte e importación de cloruro de potasio bielorruso.