Por Redacción PortalPortuario
La Empresa Portuaria Valparaíso (EPV) inició una consulta al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) para determinar las reglas sobre las que se llevará a cabo la licitación para la ampliación portuaria y con la que se busca reducir a los concesionarios en el frente marítimo de dos a uno solo.
La etapa constituye, además, la continuidad del diálogo ciudadano que se dio tras el fracaso de la licitación original de Terminal 2 del Puerto de Valparaíso, cuyo concesionario Terminal Cerros de Valparaíso, abandonó su proyecto debido a la demora en la obtención de Resolución de Calificación Ambiental (RCA), licencia que -finalmente- quedó en manos de la EPV, la cual fue parcialmente suspendida, obligando a desarrollar un nuevo procedimiento complementario al anterior.
“El modelo de operación de un único terminal compuesto por todos los frentes de atraque, responde a la necesidad de generar una escala económica y operacional que hace atractivo el modelo de concesión para potenciales inversionistas, al tiempo que mejora los niveles de competitividad y eficiencia en el puerto, algo crucial para el comercio exterior de Chile y la Región de Valparaíso”, afirmó Luis Eduardo Escobar, presidente del directorio de Puerto Valparaíso.
Escobar resaltó que el nuevo contrato de concesión debe comenzar a regir el 1 de enero de 2030. Hasta entonces, el Puerto de Valparaíso se mantendrá con dos operadores. Uno es Terminal Pacífico Sur (TPS) que gestiona el T1 y, el otro, Terminal Portuario Valparaíso que, de forma transitoria, hace lo propio en el T2.
Sobre la gestión del puerto en manos de un solo operador, Escobar dijo que “la ampliación tendrá un impacto positivo en la ciudad de Valparaíso. Proyectamos que se crearán alrededor de 2.500 empleos adicionales a los existentes, lo que es un gran impulso para la economía local. Además, las obras de mitigación urbanas propuestas con el Sitio Costanera permitirán una mejor integración entre el puerto y la ciudad, devolviendo espacios en el borde costero a la comunidad y mejorando la calidad de vida de los residentes. A éstas se sumarán, posteriormente, las medidas que se definan relacionadas con el muelle preferente para cruceros, la explanada en San Mateo y la extensión del frente de atraque 1-2-3. En total, estimamos que el proyecto de ampliación requerirá una inversión de 800 millones de dólares de los cuales unos 50 millones están relacionados con proyectos para la ciudad”.
Por su parte, María José Henríquez, abogada del estudio Morales & Besa que trabaja junto a Puerto Valparaíso, apuntó a que “estamos proponiendo un modelo de licitación innovador, cuyo objetivo principal es fomentar al máximo la competencia ‘por la cancha’, de modo que la mayor cantidad de operadores nacionales e internacionales, se sientan interesados y puedan participar en el proceso”, acotando que “a mediano y largo plazo, el éxito de este proceso no solo permitirá ampliar la capacidad del puerto de Valparaíso, manteniéndolo como un actor relevante del mercado, sino que además se traducirá en un incremento de la oferta de infraestructura, y con ello se intensificará la competencia en la zona central, logrando de esta forma que las tarifas y calidad de servicio sean el resultado de un mercado transparente y sin distorsiones”.
Henríquez manifestó que “todo el diseño ha sido pensado con miras al éxito del proceso de licitación, dado que el principal riesgo que podría enfrentar el mercado es precisamente el fracaso de este proceso, que podría impedir la incorporación de manera oportuna de la infraestructura necesaria para responder a la creciente demanda proyectada por servicios portuarios para los próximos años en nuestro país”.
La abogada del estudio Morales & Besa concluyó que “con esto en mente, hemos propuesto al TDLC un modelo que maximiza las posibilidades de éxito para este importante proceso”.
Luis Eduardo Escobar, finalmente, valoró que “luego de efectuados los análisis sobre la materia, habiendo conversado con autoridades, gremios, universidades, vecinos y vecinas, parlamentarios y muchas otras personas, hemos concluido que, este modelo de operación permite asegurar que Valparaíso atraiga a empresas dispuestas a invertir en el desarrollo de su puerto y la ciudad”.
El proceso de consulta al Tribunal de Libre Competencia, tras el ingreso realizado por Puerto Valparaíso, continúa con la publicación de un extracto en el Diario Oficial, y luego el TDLC consultará a las instituciones públicas y privadas que le parezcan relevantes, quedando abierto a recibir los aportes de quienes se interesen, citando posteriormente a una audiencia pública oportunidad en la que se expondrán las visiones de los intervinientes sobre esta materia.