Por Redacción PortalPortuario.cl

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La Autoridad Portuaria de Santander y el Gobierno de Cantabria se reunieron para definir las obras para incrementar la capacidad del servicio marítimo portuario, con un presupuesto de 300 millones de euros.

Concretamente, en cuanto a las nuevas inversiones, destacan las relacionadas con la creación de nuevas infraestructuras para incrementar la capacidad de atraque del puerto; el desarrollo de un nuevo muelle de 290 metros de longitud; o la profundización del canal de entrada a la bahía, entre otros.

En referencia a las actuaciones en las infraestructuras existentes, fundamentalmente está prevista la renovación y mejora de la superestructura en diferentes muelles. No obstante, las inversiones también pasan por la reordenación del frente marítimo portuario entre la dársena Pesquera y el área de San Martín; o el traslado de la zona de atraque de los ferries a los muelles de Maliaño, de manera que se cree un atraque específico para cruceros en la Estación Marítima y se liberen nuevos espacios en torno a ese edificio. Además, otras inversiones contribuirán a la mejora de la accesibilidad portuaria, como la renovación de los viales ferroviarios o actuaciones en materia de sostenibilidad ambiental.

El consejero de Innovación, Industria, Transporte y Comercio, Francisco Martín, destacó el crecimiento del tráfico y actividades portuarias en los últimos años, que “en la mayoría de los casos registran datos de crecimiento sostenible por encima de los valores medios del resto de los puertos españoles”.

Entre estas actividades se encuentra la desarrollada por la Compañía Luxemburguesa de Navegación, la puesta en marcha de la línea que une regularmente el tráfico Ro-Eo con Irlanda o la fabricación de bovinas de chapa de Santander Coated.

Finalmente, en la reunión también se ha dado a conocer la adaptación que se adoptará ante los efectos del Brexit, teniendo en cuenta que el 25% de la actividad de este puerto está relacionada con el Reino Unido. Concretamente, ésta pasará por la coordinación con aduanas, los cuerpos de seguridad del Estado y servicio de inspecciones, entre otros procesos. La idea es así que las líneas que conectan con el Reino Unido “no sufran un impacto significativo, así como que las operaciones no se ralenticen o se deterioren”.