El Puerto de Vigo; en España, iniciará una ofensiva para recuperar el tránsito de cruceros. La estrategia se centrará en el “clima suave” de la ciudad y en los costos más baratos que tiene el complejo portuario por escala.
El puerto también iniciará una serie de visitas a las navieras en el Reino Unido, Alemania y Estados Unidos, así como también invertirá en aumentar el gasto en la promoción mundial de su terminal. Otro paso será su incorporación a la Cruise Lines International Association (CLIA).
Según publicó El Faro de Vigo, la Autoridad Portuaria Local fundamentará estas acciones en el informe que, recientemente, fue expuesto por el presidente del directorio del Puerto de Vigo, Enrique López Veiga.
El objetivo es hacer frente a la pérdida de recaladas, lo cual ya se evidenciará este 2017 y en 2018. El documento propone incluir como ganchos de esa campaña promocional en el extranjero inciden en cuestiones que a cualquier vigués le parecerían obviedades, como la suave climatología que ofrece la ciudad, bastante más agradable que A Coruña.
A esta ventaja que se considera crucial para ganar escalas se añade otra de interés específico para la armadora que el Puerto destacará en próximas visitas a sus sedes, como el coste de escala en Vigo, inferior al de A Coruña por la fácil maniobra de atraque que hace prescindible el apoyo de remolcadores.
En sus últimas entrevistas con las navieras, el dirigente portuario comprobó el desconocimiento sobre esa diferencia térmica, de hasta cinco grados más cálida en el sur que en el norte gallego, de manera que tampoco la tienen en cuenta a la hora de planificar sus itinerarios ni la subrayan en la comercialización de los pasajes.
López Veiga cree que la ventaja climatológica refuerza las opciones de Vigo en la captación de cruceros por lo que será uno de los aspectos que subrayará su equipo en los futuros encuentros con las compañías como los ya programados en Reino Unido, Alemania y Estados Unidos.
El otro aspecto a resaltar está relacionado con el coste de escala. El citado informe sugiere que el Puerto de Vigo resulta perjudicado por un análisis erróneo de las compañías.
En tasas portuarias al pasaje (T2), Vigo y A Coruña “están equiparados”, incluso la tasa viguesa por buque (T1) es un 20% más barata. En cambio, el informe asegura que “la naviera, a la hora de analizar los costes de escala suele incluir la tarifa de remolque portuario en sus cálculos, por ser el modo tradicional de hacerlo”.
En efecto, la intervención de un remolcador encarecería la escala en Vigo. Por ejemplo, eel Britannia (339 metros de eslora) pagaría en total por 8 horas 48.524 euros cuando en A Coruña le saldrían por 37.827, pero en realidad, este barco desembolsa por amarrar en la Estación Marítima 29.245 euros porque, al contrario que en el herculino, no necesita remolcadores.
Ni siquiera los pidió el mayor crucero del mundo, el Harmony of the Seas. Con todo, la falsa creencia, aunque con matices, de que resulta más caro atracar en Vigo que en A Coruña está muy extendida entre las armadoras.
Los técnicos de la entidad portuaria ubicada en Praza da Estrela señalan otras medidas que convendría implantar, más en línea con lo manifestado estos días por el presidente.
López Veiga sostiene que la captación de cruceros pasa por la coordinación de Puerto y Concello en la atención al pasajero y en los esfuerzos en el ámbito de la promoción para lo que reclama, además, la implicación de Turgalicia. A este respecto, el informe asegura que Vigo, teniendo atractivos suficientes para ofrecer una experiencia “altamente satisfactoria” al crucerista en las ocho horas de permanencia en puerto, los desaprovecha de modo que los pasajeros acaban optando por irse de excursión, sobre todo a Santiago.
Excesiva vinculación a Santiago
“Vigo se ha asociado tradicionalmente a Compostela”, afirma el informe que sin poner ningún inconveniente a esta carta de presentación -“le ocurre al resto de puertos gallegos”, justifica- ve “necesario poner más energía en lo que Vigo ofrece”.
En ese sentido, se propone “trabajar de forma interinstitucional” en la preparación de “paquetes turísticos especiales con opciones aún no muy exploradas ni explotadas” como las vinculadas a la riqueza natural de la Ría, con Cíes como principal exponente, o a puntos de interés gastronómico o vitivinícola del entorno, y rutas de interés arquitectónico como la de los pazos.
La presencia en foros y ferias internacionales -Seatrade Global de Florida o Seatrade Europe de Hamburgo- debe ser una constante. Estos viajes suponen un esfuerzo económico que el Puerto acepta asumir aunque busca una “participación colaborativa” de Concello y Xunta como hacen otras terminales para promocionarse como destino.
En este sentido, una de las acciones ya decididas que aumentarían las posibilidades del puerto vigués es su entrada en la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros, CLIA, una potente organización que agrupa a las más importantes compañías de trasatánticos del mundo.
“A pesar de su alto coste daría acceso a reuniones internacionales de gran calado en las que sobre todo se realiza una importante labor de promoción y captación de tráfico”, concluye el documento técnico.