Especialista de APM Terminals asegura que hechos inusuales en la cadena logística se convertirán en “lo normal”

Por Redacción PortalPortuario.cl

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Los eventos “inusuales”, que en los últimos 18 meses han estado asociados  a la pandemia,  como la escasez de contenedores, la congestión, los retrasos o el cierre de puertos -en este caso- debido a contagios pasarán a ser situaciones “normales” en el futuro, según Marliz Bermúdez, gerente Regional de Comercialización para APM Terminals Latinoamérica.

Bermúdez, en conversación con PortalPortuario.cl, señaló que en los últimos meses la cadena de suministro ha sido testigo de eventos fuera de lo común que han tenido enormes impactos globales provocando cuellos de botella, lo que ha exigido a operadores portuarios a flexibilizar sus servicios con el fin de adaptarse, reducir el estrés operativo y aminorar los efectos negativos en la logística de sus usuarios.

 “Lo que vamos a ver son líneas navieras que van a estar optimizando el deployment, eso es un hecho. Entonces vamos a ver cómo ellos van a estar restructurando el network de los servicios con cambios de puertos y demás, porque no es algo sostenible en general y va a llegar un momento en que esto que ha sido percibido como inusual será lo normal. A modo de ejemplo, tengo un terminal donde la contratación de personal adicional ha pasado a ser contratación estable para tener esa flexibilidad, la extensión de terreno para poner más contenedores, ya no es una extensión, sino algo permanente. Nosotros como APMT vamos a seguir invirtiendo para tener la flexibilidad, porque es la nueva forma de operar”, observó la ejecutiva.

En ese sentido, Marliz Bermúdez ejemplificó que “hoy en día tengo una terminal en Latinoamérica, donde el 83% de los servicios llegaron tarde, entonces cuando tienes una operación ventana-ventana y tienes siete servicios a la semana y cinco llegan tarde para entrar en dos días, entonces, lo que estamos haciendo es estar muy cerca del cliente para saber si ya viene tarde, porque no ha salido de Asia y ahí podemos ver, según los retrasos, una fecha estimada de arribo y así podemos encajar todos los servicios y hemos sido exitosos en eso muchas veces, pero esto ha requerido estar muy, muy cerca del cliente”.

A pesar de lo anterior, la profesional sostuvo que los efectos de la pandemia se han reducido a nivel de la cadena de suministro, pero -no por eso- ha dejado de estar presente, provocando incertidumbre y también un cambio en la conducta de, por ejemplo, los importadores.

“Hablando con clientes en Guatemala, hemos visto que los importadores han estado adelantando sus órdenes, generando un peak antes de tiempo. Cuando se les pregunta ¿por qué están haciendo eso? la respuesta es la incertidumbre que genera una tercera o cuarta ola, de cuándo va a impactar, si habrá restricciones y, por eso, ha habido un aumento de la demanda. También están viendo, dependiendo de quién es el importador, que hay una falta de capacidad, entonces si ahora encuentran la capacidad de producción como de logística, los importadores la están tomando y eso ha hecho que la curva usual que vemos en Latinoamérica cambie para el resto del año. Por eso, creo que nos hemos acostumbrado, en los últimos 18 meses, a ver patrones constantemente cambiantes”, relató.

Sobre esta manera, Bermúdez añadió que “ha bajado un poco el impacto directo que teníamos hace un año con la pandemia; sin embargo, muchas de las medidas globales para contener esta pandemia siguen presionando severamente a toda la cadena de suministro. No es algo que haya cambiado per sé. A eso le sumas que hay falta de barcos, no hay capacidad de contenedores, reducciones en productividad, almacenajes, terminales interiores y ahí está el escenario actual de oferta y demanda con el acercamiento al cliente para entender granularmente sus necesidades”.

Contingencia global y local

Bermúdez también aseveró que la cadena logística ha estado estresada por eventos como el bloqueo al Canal de Suez, el cierre de terminales en Asia o contingencias locales como los 45 días de huelgas y paros en Colombia que, prácticamente, asfixiaron a la zona portuaria de Buenaventura, una de las más afectadas por las protestas.

“El bloqueo al  Canal de Suez, el cierre del Puerto de Yantian y de la terminal de Meishan en Ningbo han tenido impactos globales, pero también hemos tenido impactos locales como las huelgas que tuvo Colombia con tiempo en la cantidad de días que tuvo un contenedor en el puerto, pero hay que darle mucho crédito a nuestro equipo, porque el terminal estuvo abierto en todo momento y fue el único que lo hizo en ese mercado. Creo que esos problemas locales, las entidades han podido manejarlos, pero creo que estos factores externos con impactos a la cadena de suministro global son desafíos muy importantes”, indicó Bermúdez

Ante estos hechos disruptivos, Marliz Bermúdez manifestó que los puertos deben percibirse como parte de un todo y no solo como un eslabón más de la cadena logística.

“Han sido incidencias en lugares clave y la única forma de sopesarlo es estar cerca del cliente. Después de estos últimos dos años, la discusión ya no es solo tu operación, de cómo atiendes una contigencia, de la operación de ‘x’ buque tal día, sino que ahora ves todo el network de terminales de ellos, de ese buque. Hoy en día estamos viendo cómo meto más grúas, cómo tengo depósitos externos donde puedo ir moviendo carga, o sea estamos viendo cómo hacemos una línea de suministro que sea más flexible para ellos”, concluyó.


 

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