Expertos coinciden en impactos y desafíos que trajo la pandemia al sector portuario

Por Mariela Hernández

@PortalPortuario


Puerto Cartagena, Colombia

Ricardo Sánchez, oficial superior de Asuntos Económicos, División de Comercio, Integración e Infraestructura de la CEPAL, Naciones Unidas; y Agustina Calatayud, especialista principal en transporte del Banco Interamericano de Desarrollo, coincidieron en los impactos y desafíos que ha traído la pandemia del Covid-19 al sector portuario.

Los especialistas fueron parte de un panel del webinar  “Balance 2020 y perspectivas futuras para la industria portuaria en América Latina” que organizó la delegación latinoamericana de la Asociación Americana de Autoridades Portuarias (AAPA). 

Para Ricardo Sánchez, este nuevo contexto mundial trajo consigo impactos en los distintos aspectos vinculados con sector, que los hizo poner mayor atención en riesgos como la ciberseguridad, medidas fitosanitarias y desastres naturales.

“Producto de la pandemia, los ataques cibernéticos se han acrecentado y a partir del segundo trimestre de este año, se produce una notoria multiplicación de ellos. En concreto, siete de cada diez instituciones relacionadas con la actividad portuaria o naviera han recibido un ciberataque”, indicó.

Otro dato relevante expuesto por Sánchez estuvo relacionado con el impacto económico y comercial, señalando que en los primeros tres trimestres del 2020, comparado con los mismos del año pasado, arrojaron números negativos. Sin embargo, en América Latina predominaron las cifras azules en exportación con un 0,1% al alza y rojas en importación vía contenedores con -3,5% comparado al año pasado.

De acuerdo con esto, Sánchez detalló que América Latina tenido resultados positivos en materia de exportación a todos los destinos, salvo en los intra-americanos donde se produjo una contracción de -13,4%.

“Un elemento que hemos detectado este año es un mayor cantidad de medidas fitosanitarias que si bien se relacionan con Covid, también podrían ser consideradas bajo el título de barreras al comercio. Se ha observado que ha habido un acrecentamiento en lo que va del año”, señaló.

En relación a los resultados financieros, a partir de fines de mayo y principio de junio, el valor de las grandes compañías navieras aumentó, acercándose a los indicadores mundiales. Esta evolución está relacionada con el incremento de los fletes marítimos, “cuyos valores por contenedor es más alto en relación al año pasado. Resultados netos de las grandes compañías de transporte de contendedores tienen indicies positivos”, agregó Sánchez.

A su vez, Agustina Calatayud señaló que una vez iniciada la crisis sanitaria, la gestión de riesgo falló en la mayoría de los sectores.

“El punto clave es comprender que en las cadenas de suministro, que abarca desde productores de insumos a grandes empresas manufactureras hasta  operadores logísticos y de infraestructura entre los cuales están los puertos y las compañías marítimas. En una todos los actores y procesos son interdependientes, por lo que problemas pueden llevar a disrupciones que son globales”, observó.

La profesional añadió que tras este primer shock, fue clave recuperar las cadenas logísticas y visualizar las oportunidades que tienen los países de la región para reinsertarse en ellas.

Por lo tanto, un primer llamado -afirmó- Calatayud es “buscar reconfigurar la cadena de suministro”. De esta manera, los países de América Latina podrían tener una oportunidad como proveedores de mercados intrarregionales o más cercanos, aunque -para eso- deben mejorar su eficiencia y desempeño logístico.

La visión de cadenas de suministro que emerge, comentó la especialista, se posiciona en ámbitos como en la mejora en los servicios y procesos, implementación de nuevas tecnologías y visibilidad, utilización de los datos de trazabilidad para generar acciones concretas, mejoramiento en la conexión puerto-ciudad e instituciones 4.0.

“Existen nuevos desafíos y lo que se requiere es construir acuerdos con todos los involucrados del sistema marítimo y portuario”, dijo.

“Lo que necesitamos mejorar son cuatro ámbitos: Infraestructura sostenible y multimodalismo, calidad de los servicios logísticos, modernización tecnológica e instituciones 4.0”, sostuvo.

Como ejemplo, Calatayud presentó el caso del viaducto construido en Buenos Aires para separar el tráfico portuario del urbano, lo que redujo la congestión en 55%, generando ahorros en 6 millones de dólares y un retorno de la inversión del Paseo del Bajo en 1% a un año de su apertura.

A su juicio, la logística portuaria deberá asumir los desafíos de la recuperación económica, cambio climático, ciberseguridad y empleo sin descuidar una actualización de estrategias, planes maestros, competencias y capacidades con la vista puesta en el hinterland con una cadena logística inteligente y en colaboración con todos los actores públicos y privados.


 

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