Los ministros de Relaciones Exteriores del G7, conformado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido, aseguraron que todas las pruebas disponibles sobre el ataque que sufrió el buque petrolero Mercer Street, que causó la muerte de dos personas a bordo, apuntan a que Irán es el responsable.

De acuerdo a un comunicado emitido por los representantes de los siete países más desarrollados del mundo, “este fue un ataque deliberado y dirigido y una clara violación del derecho internacional. No hay justificación para este ataque”.

Sin embargo, Irán negó tener algún vínculo con el ataque a la embarciación, que se produjo a medida que crecían las tensiones en la región y las conversaciones para reactivar el acuerdo de 2015 sobre el programa nuclear iraní en un punto muerto, consignó la agencia Aljazeera.

La embajadora británica, Barbara Woodward, señaló ante la ONU que “el Reino Unido sabe que Irán fue responsable de este ataque. Sabemos que fue deliberado y dirigido”.

“La puerta a la diplomacia y al diálogo permanece abierta. Pero si Irán opta por no tomar esa ruta, entonces buscaremos hacer que Irán rinda cuentas y aplicar un costo a eso”, añadió la diplomática a la prensa.

“El comportamiento de Irán, junto con su apoyo a las fuerzas de poder y los actores armados no estatales, amenaza la paz y la seguridad internacionales”, sostuvieron los ministros del G7, pidiendo a Teherán que detenga todas las actividades contrarias a las resoluciones del Consejo de Seguridad.

Por su parte, la embajadora adjunta de Irán ante la ONU, Zahra Ershadi, rechazó las acusaciones de que su país estaba detrás del ataque y advirtió contra cualquier represalia que “Irán no dudará en defenderse y asegurar sus intereses nacionales”.

En tanto, de manera separada, el ejército estadounidense indicó que los expertos en explosivos del portaaviones Ronald Reagan, que se desplegó para ayudar a Mercer Street, concluyeron que el drone fue producido en Irán.

De acuerdo a la institución, los expertos en explosivos pudieron recuperar varias piezas de un drone, incluida una parte del ala y los componentes internos que eran casi idénticos a las muestras recolectadas previamente de drones de ataque iraníes.

Asimismo, la rama militar también sugirió que el ataque pudo haber sido lanzado desde la costa iraní, explicando que la distancia a los lugares de los ataques estaba dentro del alcance de los drones documentados de ataque unidireccional iraní.

El ataque sufrido por el petrolero Mercer Street ocurrió durante la noche del pasado jueves 29 de julio, frente a las costas de Omán.