Por Constanza Galdames Carrasco.
@PortalPortuario
El gerente general de la Empresa Portuaria de Iquique (EPI), Rubén Castro, estimó que la cantidad de carga boliviana que se moviliza por el principal puerto de la Región de Tarapacá seguirá creciendo durante 2020.
De acuerdo a estadísticas que la estatal mantiene en su sitio web actualizadas solo hasta septiembre de 2019, el movimiento de carga boliviana en tránsito sumó 451.585 toneladas, de las cuales 198.754 correspondieron a embarques y 252.831 a desembarques.
Los números, de acuerdo al ejecutivo, mantendrían su tendencia al alza en el puerto iquiqueño, en línea con lo reportado por el concesionario Iquique Terminal Internacional (ITI) que, el año pasado, mostró un crecimiento récord con un alza de 61% en lo que refiere a contenedores movilizados con carga boliviana.
“Nosotros estimamos que la carga boliviana va a seguir subiendo, las facilidades que tiene Iquique en términos de menos cierres de puerto que Arica, independiente de la coyuntura que vivimos recientemente, de tener más áreas de respaldo, de tener una logística mas eficiente, redunda en un servicio de mejor calidad para el cliente boliviano”, aseguró Castro en una entrevista dada a PortalPortuario.cl.
“En definitiva nos prefieren por eso. Nosotros no tenemos la gratuidad de almacenamiento que tiene Arica asociados al Tratado de 1904. Por lo tanto, nosotros estamos en un esquema de competencia pura, con calidad de servicio para poder captar más carga”, añadió el gerente general de la EPI.
Respecto a la alternativa de Bolivia de potenciar el Puerto de Ilo, en Perú, el gerente de la estatal indicó que “la conectividad de Ilo hacia Bolivia, si bien podrá en el mapa y en dos dimensiones verse como adecuada, si tu tomas la tercera dimensión, que es la altura, el altiplano, la condición de logística de un contenedor cargado subiendo y encaramándose al cerro, resulta muchísimo más caro”.
En ese sentido, Castro destacó que en Iquique “nosotros tenemos las vías construidas, hoy día tenemos problema administrativos desde el punto de vista de los puntos de control. Colchane para nosotros es un dolor de cabeza, porque si bien nosotros podemos alinear a las autoridades aduaneras y de policía y del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), nosotros no podemos hacer mucho con sus pares bolivianos”.
Para resolver esta disyuntiva, el gerente general de EPI planteó la necesidad de generar un acercamiento con el fin de eliminar los cuellos de botella con el fin de hacer fluir la logística internacional.
“Creo que tiene que haber un acercamiento a nivel institucional de las organizaciones que hacen las fiscalizaciones para comprometernos un esquema de trabajo que sea mucho más eficiente y no tener filas de hasta 500 camiones a la espera de servicio para pasar la frontera”, señaló Castro.