Por Redacción PortalPortuario.cl
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El gobierno peruano prohibió, el jueves 20 de enero, la salida del buque tanque de bandera italiana Mare Doricum, el cual estuvo implicado en el derrame de crudo ocurrido el sábado 15 del mismo mes, en la Refinería La Pampilla -propiedad de Repsol Perú– durante el proceso de descarga. El incidente ha sido atribuido como consecuencia del oleaje causado por la erupción volcánica en Tonga.
Según la Marina de Guerra del Perú, el buque se encuentra fondeado en la bahía de Puerto del Callao hasta que terminen las investigaciones.
Bajo este contexto, la jefa de gabinete, Mirtha Vásquez, señaló que “se han dispuesto algunas medidas, por ejemplo, el impedimento de zarpar del buque que ha estado involucrado en este hecho, es decir que en este momento hay un impedimento para que este buque pueda movilizarse. Se está solicitando como medida una carta fianza por 150 millones de soles (USD 38 millones) si es que este buque quisiera zarpar”.
Asimismo, Vásquez confirmó que la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental (FEMA) de Lima abrió una investigación por el presunto delito de contaminación ambiental a los representantes legales y directivos de la Refinería La Pampilla, como también a todos aquellos que resulten responsables de afectar el litoral con el derrame de petróleo.
Perú exigió a Repsol reparar los daños por el derrame de los 6.000 barriles de crudo, percance que la empresa atribuye al oleaje causado por la erupción en Tonga.
A través de su cuenta de Twitter, la jefa de gabinete indicó que “en un daño ambiental de esta magnitud lo que corresponde son reparación e indemnizaciones. Debo aclarar que acuerdos individuales entre Repsol y personas directamente afectadas, no forman parte de dichas reparaciones. De ninguna manera se indemniza así un daño ambiental”.
Según la petrolera española, La Pampilla tiene una capacidad de procesamiento de 117.000 barriles diarios, más de la mitad del volumen total de refinación de Perú. En línea con lo anterior, por las corrientes marinas el crudo se ha expandido a las playas de Ventanilla y los cercanos distritos de Ancón, Santa Rosa y Chancay, donde se hallaron aves, lobos marinos y pingüinos muertos.
