Por Redacción ElVigía.com
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La industria naviera europea enfrenta una serie de desafíos, donde destaca la piratería, la guerra comercial y el proceso de descarbonización impulsado por OMI, lo cual ha generado condiciones de incertidumbre en el mercado.
Para el secretario general de los armadores europeos, Martin Dorsman, “las tensiones actuales entre las potencias comerciales mundiales, el aumento de la piratería en el Golfo de Guinea y la inseguridad a lo largo del Golfo de Ormuz contribuyen a generar unas condiciones de mercado difíciles e inciertas”.
En este sentido, el mercado sigue deprimido para muchos armadores europeos, que se plantean desafíos adicionales para una industria que quiere descarbonizar el sector lo más rápido posible y contribuir a generar empleos seguros y altamente cualificados.
La industria naviera europea, con algunas excepciones, aún se encuentra bajo una fuerte presión por las difíciles condiciones del mercado, lo que comporta una disminución de la contribución al PIB de la UE. Como resultado, el número de empleos creados por las navieras europeas sigue también bajo presión.
Cabe destacar que este sector emplea directamente a 685.000 personas, una cifra que se eleva hasta los dos millones si se tienen en cuenta los efectos inducidos sobre otros sectores económicos. Según los datos más recientes, referidos a 2018, dados a conocer en la European Shipping Week 2020 de Bruselas, el transporte marítimo contribuyó directamente con 54.000 millones de euros al PIB de la UE.
Teniendo en cuenta los efectos indirectos en el conjunto de la economía comunitaria, la contribución total asciende a 149.000 millones de euros.
Según la actualización 2020 del informe Economic Value of the EU Shipping Industry, de Oxford Economics, resulta difícil comparar la situación actual con la anterior a 2015 debido a los cambios en la metodología. Sin embargo, “las tendencias son claras”, según apuntan desde ECSA.