Una serie de reuniones de alto nivel están sosteniendo los representantes de la Asociación Nacional de Armadores (ANA), la Cámara Marítimo-Portuaria (Camport), la Asociación de Logística de Chile (Alog) y la Autoridad Marítima. Los encuentros tienen como fin consensuar la forma en que se aplicará la norma adicional al convenio SOLAS que obligará -a contar del 1 de julio- que todos los contenedores que se exporten en un país se embarquen con su peso verificado (VGM).
“La Directemar es la que lidera este tema y estamos trabajando nosotros como Asociación Nacional de Armadores, la Cámara Marítima -Portuaria y la Asociación Logística de Chile. Lo que estamos haciendo es revisar la normativa o las directrices de fiscalización de este tema, porque queremos que salga un documento consensuado y no que la Armada emita y después veamos que eso no se puede hacer de esa manera, entonces estamos trabajando en equipo, más que nada para ver cómo se van a certificar los equipos de pesaje”, dijo a PortalPortuario.cl el gerente general de la ANA, Ricardo Tejada.
Según Tejada, en los primeros días de la aplicación de la normativa internacional podrían gestarse algunos inconvenientes que, eventualmente, producirían cuellos de botella y retrasos en la cadena logística. Por eso, “lo que estamos viendo en este momento es quién va a certificar (las básculas), porque tienen que estar todos los elementos certificados para entregar un certificado de masa bruta válido. Otro aspecto relevante y que podría generar cierta complicación es que el naviero, una vez recibida la información del shipper debe dársela al puerto y esa comunicación no está establecida de cómo va a ser, pero no hemos querido meternos en eso, porque cada una de las navieras siempre tiene comunicación con el terminal”.
En principio, aunque esperamos que no, se podrían generar demoras, porque todavía no está aclarado cómo se va a hacer y porque no hay romanas suficientes en Chile para satisfacer esa demanda, lo que no es solo un problema acá, porque Estados Unidos está pidiendo prórroga y algunos países de Europa también, así que si bien entra en vigencia el primero de julio, tiene que haber un periodo de marcha blanca”, sinceró Tejada.
Consultado por PortalPortuario.cl, el vicepresidente ejecutivo de la Camport, Rodolfo García, se mostró optimista en que la norma de la OMI se cumplirá sin mayores problemas
“Soy más optimista que el resto, creo que lo que se ha hecho es bastante simple, la norma dice que no se pueden embarcar contenedores que no tengan su peso declarado, el regulador internacional -la OMI en este caso- ha dicho que hay dos sistemas de pesaje, uno el contenedor entero y el otro por parte y la única imposición es que las pesas deben estar calibradas y si nosotros somos capaces de generar un sistema inteligente de calibración de pesas no deberíamos tener ningún problema”, comentó.
Sin embargo, García reconoció que “si finalmente el reglamento dice que los contenedores podrán solo pesarse en pesas que sean calibradas en institutos de calibración, de los cuales solo hay dos en Chile, obviamente que vamos a tener problemas, pero si alguien dice que se entiende por pesa calibrada aquella que cumpla con los requisitos del fabricante debidamente certificados por un organismo auditor, no vamos a tener problemas”.
Sobre el procedimiento, Ricardo Tejada recordó que, una vez pesados los contenedores o las mercancías que se introducen en ellos incluyendo los materiales de estiba, el embarcador debe “entregar al capitán del buque con la debida antelación para que pueda preparar el plano de estiba de la nave. Si bien no se habla de plazo debieran ser unos dos días antes para ver donde irá cada contenedor, según el puerto al que va. Si no va ese certificado no se debiera embarcar ese contenedor en el buque y, a su vez, el capitán recibe esa información y se la entrega al terminal”.
Puertos
En el contexto de esta norma de la OMI, los terminales portuarios -que incorporen básculas- serán el último punto donde se podrá hacer el pesaje, ya sea por efectos de una fiscalización o bien porque el embarcador no consiguió previamente el certificado.
Por este motivo, los complejos portuarios del país han comenzado a instalar sistemas de pesaje en sus instalaciones, siendo el primero de ellos Puerto Chacabuco que, con una inversión de 60 millones de pesos, habilitó el pasado 5 de enero una báscula. “Esta balanza estará en condiciones de pesar con exactitud todos los contenedores que se embarquen”, aseguró Enrique Runín, gerente general de la estatal portuaria aysenina.
Al norte, Iquique Terminal Internacional también se está poniendo al día con esta normativa que se bien no impone obligaciones a los puertos sí se convertirá en un servicio adicional al interior de ellos. “Nuestro interés es otorgar la mayor garantía de seguridad a nuestros colaboradores y el sistema logístico de la industria marítimo-portuaria, por lo que esta inversión (de $100 millones para dos balanzas) es de absoluta relevancia para la compañía”, dijo el gerente general de ITI, Manuel Cañas.
Su par de San Vicente Terminal Internacional, Eduardo González, comentó a PortalPortuario.cl que “el primero de julio, los embarcadores deberán informar a las líneas navieras el peso verificado de las cargas a exportar. En ese sentido, en SVTI estamos preparados para ello, porque en nuestro terminal tenemos cinco romanas dinámicas al ingreso de los gate, donde dentro del mismo proceso documental de ingreso al terminal se podría obtener el peso verificado y ofrecer este servicio a los exportadores”.
“Para aquellos clientes de los que recibimos sus cargas en las bodegas, actualmente, tenemos romanas donde podemos pesar cada uno de los paquetes que es el segundo método de esta norma”, agregó el ejecutivo.
Por su parte, Marcelo Hozven, gerente de operaciones de TPA, comentó a PortalPortuario.cl que “en Terminal Puerto Arica estamos desarrollando los procesos y adoptando las medidas tecnológicas para prestar el servicio de pesado de contenedores con el objetivo de asegurar el cumplimiento de la normativa VGM del SOLAS en el plazo definido de implementación. En este sentido, hemos evaluado diferentes alternativas observando prácticas en desarrollo a nivel internacional, y así generar una solución integral que abarque procesos operativos eficientes, tecnologías viables y comunicación comercial con nuestros clientes”.
“La implementación de la masa bruta verificada del contenedor lleno, es una normativa que nos permitirá garantizar la seguridad de la nave en su travesía marítima. En el fondo, apunta a que los puertos entreguemos un mejor servicio y eso se conecta directamente con nuestro objetivo estratégico de desarrollo. En concreto, para los clientes que requieran verificar la masa bruta del contenedor en las instalaciones de Puerto Coronel, a contar del 1 de julio próximo, contaremos con tres romanas –una en el antepuerto y otras dos en las instalaciones portuarias- que permitirán cumplir el procedimiento en forma expedita”, agregó Javier Anwandter, gerente general Puerto Coronel ante la consulta de este medio.
Valparaíso-San Antonio
“Es un tema relevante para la gestión de cualquier sistema portuario, se ha conversado con los concesionarios y entendemos también que tenemos un plazo que está muy encima, que tenemos que tener una definición, pero tenemos que conversar con la comunidad en general para ver como le afecta, porque no sólo le afecta a los terminales o al puerto, sino que a la comunidad logística en general”, afirmó el gerente general de Puerto Valparaíso, Gonzalo Davagnino.
Lo mismo está ocurriendo en Puerto San Antonio, donde la estatal estaría, según una fuente, dialogando con sus concesionarios para establecer un protocolo que permita habilitar sistemas de pesaje sin que su uso afecte con demoras la actividad de los terminales que movilizan la mayor cantidad de carga en contenedores del país.