MIT advierte riesgos para la salud al cambiar el combustible diésel por amoníaco en el transporte marítimo

Por Redacción PortalPortuario

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Un estudio interdisciplinario de investigadores del Massachusetts Institute of Technology (MIT) advirtió que el uso del amoníaco como combustible marítimo empeoraría la calidad del aire y tendría consecuencias devastadoras para la salud pública, instando a generar normas más estrictas para sus emisiones.

La combustión del amoníaco genera óxido nitroso (N2O), un gas de efecto invernadero que es aproximadamente 300 veces más potente que el dióxido de carbono.

También emite nitrógeno en forma de óxidos de nitrógeno (NO y NO2, denominados NOx), y el amoníaco no quemado puede escaparse, formando finalmente partículas finas en la atmósfera.

Estas diminutas partículas pueden inhalarse profundamente en los pulmones y causar problemas de salud como ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y asma.

El nuevo estudio indica que, con la legislación actual, el cambio de la flota mundial a combustible de amoníaco podría causar hasta aproximadamente 600.000 muertes prematuras adicionales cada año. Sin embargo, con regulaciones más estrictas y tecnología de motores más limpia, el cambio podría dar lugar a aproximadamente 66.000 muertes prematuras menos que las causadas actualmente por las emisiones del transporte marítimo.

“No todas las soluciones climáticas son iguales. Casi siempre hay un precio que pagar. Tenemos que adoptar un enfoque más holístico y considerar todos los costos y beneficios de las diferentes soluciones climáticas, en lugar de solo su potencial para descarbonizar”, dijo Anthony Wong, investigador posdoctoral en el Centro de Ciencias del Cambio Global del MIT y autor principal del estudio.

Amoníaco ¿más ecológico y limpio?

Tradicionalmente, el amoníaco se produce extrayendo hidrógeno del gas natural y combinándolo con nitrógeno a temperaturas extremadamente altas. Este proceso suele estar asociado a una gran huella de carbono. La industria naviera apuesta por el desarrollo del “amoníaco verde”, que se produce utilizando energía renovable para fabricar hidrógeno mediante electrólisis y generar calor.

“En teoría, si se quema amoníaco verde en el motor de un barco, las emisiones de carbono son casi cero”, afirma Wong.

Pero incluso el amoníaco más ecológico genera óxido nitroso (N2O) y óxidos de nitrógeno (NOx) cuando se quema, y ??parte del amoníaco puede escaparse sin quemarse. Este óxido nitroso se escaparía a la atmósfera, donde el gas de efecto invernadero permanecería durante más de 100 años. Al mismo tiempo, el nitrógeno emitido en forma de NOx y amoníaco caería a la Tierra, dañando ecosistemas frágiles. A medida que estas emisiones son digeridas por bacterias, se produce N2O adicional.

Los NOx y el amoníaco también se mezclan con los gases del aire para formar partículas finas. Estas partículas, que son una de las principales causas de la contaminación del aire, matan a unos 4 millones de personas cada año.

“Decir que el amoníaco es un combustible ‘limpio’ es un poco exagerado. El hecho de que no emita carbono no significa necesariamente que sea limpio y bueno para la salud pública”, recalcó Wong.

En sus pruebas, los expertos consideraron dos motores de barco. El primero quema amoníaco puro, lo que genera mayores niveles de amoníaco no quemado pero emite menos óxidos de nitrógeno. La segunda tecnología del motor implica mezclar amoníaco con hidrógeno para mejorar la combustión y optimizar el rendimiento de un convertidor catalítico, que controla tanto los óxidos de nitrógeno como la contaminación por amoníaco no quemado.


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