Las naves que escalan en el Puerto de Santos; en Brasil, han registrado atrasos debido a problemas de abastecimiento. Lo anterior deriva de la falta de barcazas y hasta de combustible, lo que retrasa la planificación, causando perjuicios a los usuarios de los terminales portuarios.
De acuerdo al diario local A Tribuna, el bunker es abastecido por Transpetro, subsidiaria de la Petrobras, pero según Sindicato das Agências de Navegação Marítima do Estado de São Paulo (Sindamar) el surtimiento de combustible es efectuado después de las operaciones de carga y descarga, lo que genera que otras naves deben esperar para atracar.
La otra alternativa es no cargar combustible y hacerlo en otro punto, lo que sugiere aumentos en los costos, tal como le ocurrió al Maersk Mikage que salió de santos sin abastecerse debiendo hacer una escala adicional en Rio de Janeiro.
El director ejecutivo de Sindamar, José Roque, dijo que el problema acontece debido al monopolio de la Petrobras en la prestación del servicio de abastecimiento.
“Las naves de cabotaje y las naves tramps no tiene opción alguna, ya que en el primer caso la navegación es en la costa brasileña y con los demás puertos del país enfrentando la misma dificultad. Las otras naves salen directo para el exterior y necesariamente tienen que ser abastecidas en Santos, caso contrario no llegan a su destino final”, dijo.
El problema se arrastra hace meses, pero en agosto se puso más complejo cuando hubo un aumento en la demanda del combustible por parte de las usinas termoeléctricas que aumentaron su producción.
Lo que ocurre en Santos es crítico cuando aumenta la presencia de buques en las cercanías del puerto, sobre todo, cuando comienza la temporada de cruceros.
Recientemente, el Nordic Hong Kong zarpó 24 horas después de lo que debía y el Cap San Raphael salió del muelle tres horas tarde.
Para que una nave sea abastecida en Santos se debe solicitar por parte de los consignatarios a la Transpetro que tramita la orden con siete a diez días de antecedencia para llevar el combustible desde los tanques de la empresa ubicados en Cubatão.
Las unidades son conectadas por cinco ductos que tienen diez kilómetros de extensión cada una. Hasta ahora, la Petrobrás sólo ha dicho que esta situación se regularizará dentro de septiembre.