La Comisión de Investigación de Accidentes de Transporte de Nueva Zelanda (TAIC) determinó en su informe final que la falta de comunicación provocó el accidente en la que un miembro de la tripulación del granelero Poavosa Brave resultó gravemente herido.
El marinero de nacionalidad china se preparaba para asegurar el equipo con el fin equipar un cargamento de troncos en el navío, en las afueras del Puerto de Tauranga, Nueva Zelanda, en junio de 2023.
En detalle, la investigación estableció que el hecho ocurrió porque las personas involucradas no sabían lo que estaban haciendo los demás, principalmente debido a la falta de comunicación y de seguimiento del sistema de gestión de seguridad del operador.
Además, se reveló que el contramaestre se dirigió al puente para una reunión matutina de rutina con el capitán y el primer oficial del granelero. El capitán le dijo al contramaestre que las condiciones meteorológicas y del mar no eran adecuadas para que la tripulación utilizara la grúa para levantar los puntales plegables y que la tarea podría realizarse una vez que el buque estuviera atracado en el muelle.
“Los accidentes ocurren cuando la gente no se comunica. Al realizar un trabajo no autorizado y no informar a los oficiales responsables, el contramaestre menoscaba las capacidades y la autoridad del capitán y del primer oficial para evaluar la seguridad del trabajo planificado”, afirmó la TAIC en el informe.
Finalmente, se estableció que era muy improbable que el accidente hubiera ocurrido si el contramaestre hubiera comunicado las intenciones de levantar los puntales al oficial jefe y al capitán, ya que habría permitido a los oficiales responsables y autorizados prohibir el trabajo o establecer un sistema de trabajo seguro que conocieran todos los participantes pertinentes en la actividad.