Por Joaquín Torres Tagle
@PortalPortuario
Los desafíos de los cierres de puertos por marejadas volvieron a la palestra luego del informe dirigido por el académico de la Universidad de Valparaíso, Patricio Winckler, en donde se muestra que estos eventos aumentaron desde 17 hasta 3.022 horas anuales en una década (2008-2018). Frente a este escenario, el experto afirmó que se requieren mejoras de orden tecnológico para mitigar este tipo de restricciones.
Consultado por PortalPortuario.cl sobre la proyección de las marejadas, el Ingeniero Civil de la UTFSM indicó que “en los años venideros se espera un aumento leve en la frecuencia de las marejadas, siguiendo la tendencia que hemos observado desde los ochentas, cuando la información satelital y los modelos numéricos nos permitieron estudiar este fenómeno. Por ende, esperamos que el tema de los cierres de puerto siga siendo relevante, si es que no se adoptan medidas de adaptación operacionales y de infraestructura”.
Sobre las acciones que podrían tomar las empresas portuarias estatales para enfrentar las marejadas, el investigador comentó que “las empresas estatales, en coordinación con las concesionarias y la autoridad marítima, debieran apuntar a mejorar las condiciones de operación de las naves, por ejemplo, introduciendo sistemas dinámicos de amarre, pronósticos de marejadas, remolcadores de mayor potencia y sistemas más seguros de embarque de los prácticos de cada puerto”.
“Es decir, la mejora tecnológica de cada una de las fases de operación de naves -desde la aproximación de la nave hasta el zarpe, pasando por la permanencia en muelle-, podría reducir la cantidad de cierre de puerto en un futuro cercano”, añadió Winckler.
Requerido acerca de si la actividad portuaria de Chile corre riesgo si no se toman medidas para enfrentar el cambio climático, el MSc. en Tecnología Ambiental de la Universidad de Wolverhampton contestó que “además del problema de los cierres de puerto, el cambio climático afectará en forma significativa a la infraestructura portuaria. Producto del aumento del nivel del mar esperado en las próximas décadas, las marejadas generarán un aumento del sobrepaso de agua sobre los rompeolas y defensas costeras, elevando en consecuencia el riesgo para la seguridad de operarios, la carga ubicada en las explanadas y el equipamiento portuario. También se espera que el efecto conjunto del nivel del mar y las marejadas promueva la socavación y el daño estructural de las obras costeras, lo que trae consigo costos de reparación y mantención mayores que los actuales”.
Impacto
Respecto a cómo afecta este fenómeno a las operaciones portuarias de los recintos del país, el miembro del Centro de investigación para la gestión integrada del riesgo de desastres (Cigiden) respondió que “en un escenario climático pesimista y para un horizonte de entre 2026 y 2045, las marejadas, y por ende los cierres de puerto, se mantendrán relativamente constantes en puertos del norte como Arica, Iquique y Antofagasta. Las proyecciones también indican que los puertos de Valparaíso y San Antonio también mantendrán las condiciones actuales, lo implica que, en caso de no haber mejoras tecnológicas, el problema de los cierres se mantendrá”.
“El puerto de Coquimbo, por su parte, tiene la ventaja de estar bastante protegido y por ende es poco sensible a los cambios del oleaje que sí son relevantes en puertos más expuestos. El puerto de San Vicente, finalmente, experimentaría mejoras en las condiciones de oleaje local, mejorando en consecuencia, las condiciones operacionales”, concluyó Patricio Winckler.