Por Redacción PortalPortuario.cl
@PortalPortuario
La Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat) del Perú concretó la incautación de 30 mil pares de zapatillas cargadas en tres contenedores en tránsito, ubicados en una de las terminales del Puerto del Callao, las que habían sido declaradas como otros productos y cuyo destino final era Bolivia, previo paso por el Puerto de Iquique.
De esta forma, desde la Sunat se señaló que “se efectuó un nuevo operativo en el que se detectó 30.000 pares de zapatillas de diversas marcas que habían sido declaradas como si fueran papel tissue y focos LED, cuyo valor comercial supera los 2.4 millones de soles (USD 625.204)”.
“De acuerdo con la manifestación presentada, la importación estaba conformada por papel tissue y focos LED; sin embargo, al realizar la revisión física se detectó el cargamento de zapatillas”, advirtió.
En ese sentido, la entidad detalló que este sería el cuarto caso detectado en menos de un mes, en su totalidad efectuados bajo la modalidad conocida como “gato por liebre” y correspondientes a la misma ruta (China – Chile – Bolivia), razón por la cual se presume que formaría parte de una mafia internacional que opera en esta parte de la región.
Bajo este contexto, la Sunat advirtió que la comercialización de mercancías de contrabando se convierte en una forma de competencia desleal contra aquellos comerciantes que sí cumplen con sus obligaciones tributarias, razón por la cual “continuará con sus controles por vía terrestre, aérea, marítima y fluvial para prevenir el tráfico de mercancías, promoviendo la formalización”, puntualizó.
En el mes de noviembre se concretó el comiso de 134.000 pares de zapatillas, las que fueron valuadas en más de 13.9 millones de soles o una cifra superior a los USD 3.620.000.
Iquique
Cabe mencionar que, a principios del mes de diciembre, en el Puerto de Iquique se interceptó un contenedor con zapatillas falsificadas, en cuyo manifiesto indicaba traer un conjunto de cajas con papel higiénico desde China a la localidad chilena, lo que fue revisado por un camión escáner que terminó por detectar que tan solo una parte del cargamento correspondía a lo declarado.
Las imitaciones fueron consideradas de alto estándar y pretendían ingresar a los mercados de Chile y Bolivia para engañar a los consumidores.