Por Redacción PortalPortuario.cl
@PortalPortuario
Las distintas representaciones gráficas del Megapuerto, Puerto de Gran Escala o Puerto Exterior de San Antonio han tenido -en los últimos años- una serie de alteraciones, siendo una de las más notorias el espacio de los Ojos de Mar. Las lagunas, que se formaron después del terremoto y tsunami de 2010, han aparecido y desaparecido total o parcialmente en los diseños entregados por la Empresa Portuaria San Antonio que, finalmente, ha optado por no borrarlos del mapa.
El viernes recién pasado, la Ministra de Transportes, Gloria Hutt, su par de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, y el presidente de la estatal, Raimundo Cruzat, dieron la “buena nueva” a la comunidad de San Antonio al adelantar que la principal iniciativa portuaria de los últimos 100 años en Chile tendrá una nueva consideración ambiental para resguardar esta área que se ubica dentro de los terrenos que están reservados para el puerto.
¿Restará capacidad para acopio de carga u otro tipo de actividades la presevación de los Ojos de Mar? De ser así ¿Cómo compensarán la pérdida de ese espacio?
No, afortunadamente y, por eso, es un esfuerzo bien grande, la alternativa que vamos a plantear en la Adenda 1 no impacta la capacidad portuaria. Obviamente exige al proyecto a adaptar y proteger los Ojos de Mar, pero la gracia de la alternativa que hemos buscado -y por eso es valioso el trabajo que ha hecho el directorio y la administación de la empresa- es que la capacidad del Puerto Exterior no se ve afectada.
¿Cómo?
Vamos a tener el mismo puerto que habíamos pensado desde el punto de vista de su capacidad, pero en una modalidad, en un lay out más compatible con el medioambiente y con los anhelos de la comunidad.
Algo que sí ha limitado a San Antonio este año son los cierres de puerto ¿Cómo se vislumbra esa situación para adelante?
La verdad es que el problema del cierre de puertos tiene hartas aristas. Lo importante es que hemos ido trabajando en cada una de ellas. Algunas tienen que ver con los parámetros propiamente tal que son establecidos por la Autoridad Marítima para poder operar en el puerto, que incluyen visibilidad, altura de ola, entre otros y, en ese sentido, hemos estado trabajando con la Autoridad Marítima en poder subir la altura de ola permitida, hemos estado trabajando en implementar nuevas tecnologías que permitan en condiciones de visibilidad más restringidas poder navegar y traer las naves.
¿Qué avances ha tenido ese trabajo?
Hemos tenido algunas ganadas. Por ejemplo, logramos subir la altura de ola de un metro y medio a 1,8 metros. Estamos presentando un estudio de maniobra para poder subirlo a dos metros, estamos implementando un sistema de enfilaciones electrónicas que es como el ILS de los aviones en los aeropuertos, lo que va a permitir que las naves puedan entrar en condiciones de visibilidad más restringidas y para eso hay un proceso de aprobación y evaluación que se está haciendo con la Autoridad Marítima y también hay un tema de relación con los prácticos de bahía que son los que, finalmente, ayudan a entrar las naves al puerto. Estamos tratando de hacer todo lo que está a nuestro alcance para que el puerto pueda operar la mayor cantidad de días posible.
En una maniobra intervienen naves menores; es decir, los remolcadores y las lanchas de práctico ¿Son estos equipos los más adecuados para San Antonio dada la situación actual en el contexto del cambio climático?
En la maniobra, hay varias cosas que incluyen. Se pueden tener los mejores remolcadores, con toda la potencia, con todo el bollard pull, pero -al final- si el práctico no puede subirse por la escalera a la nave o las condiciones para hacer eso no son seguras, no sirve el remolcador; sin embargo, en las simulaciones que nosotros tenemos, en los procedimientos y en los estudios de maniobra, los cuatro remolcadores que están son suficientes para operar si entregan la potencia nominal que tienen, pero no es hoy un tema que los remolcadores sean una razón para que no se haya podido operar.
¿Y las lanchas de prácticos?
Puede haber algo ahí, pero creemos que -hoy- lo más sensible es que tengamos nuestros procedimientos para las maniobras en el óptimo nivel. Tenemos trabajo para ir en ese camino todavía y si tuviéramos una altura de ola de 2,4 o 2,5 metros, con el sistema de enfilación funcionando, nuestro sistema predictivo de ola, que ya también está funcionando, aunque vamos a traer un cable de afuera para tener otra boya y medir la altura de ola en un lugar más representativo de la realidad; en fin, con el resto del equipamiento que tenemos como las lanchas de práctico y los remolcadores, ya deberíamos tener mucho menos cierres, de todas maneras.
Hubo un tiempo en que San Antonio batía casi todas las semanas el récord del buque más grande que llegaba a Chile y eso se estancó ¿Está en condiciones de recibir el puerto naves de mayor tamaño a las actuales?
Creo que la tendencia, como aprendizaje de la situación de congestión actual de todos los puertos del mundo, es que se va a privilegiar naves más grandes y, por eso, el proyecto de Puerto Exterior está diseñado de esa manera. Nosotros estamos esperando buques de 400 metros de eslora y, efectivamente, bastante anchos también, lo que genera una discusión sobre cuál es la mejor manera o la manera más representativa de medir el uso que esas naves hacen del puerto para poder cobrar de acuerdo a eso; en fin, pero la tendencia que vemos que se va a mantener es de naves más grandes y eso lo estamos incorporando en el proyecto.
Pero… Y el puerto actual ¿Podría recibirlas?, porque hay un estudio de Cepal que proyectaba para no muchos años más la venida de esos buques a la Costa Oeste de Sudamérica…
Creo que con las maniobras adecuadas sí. No van a caber dos, pero faltan estudios de maniobra. Sin embargo, creemos que la tendencia será de naves con más eslora, más manga y más TEU que las actuales y nos tenemos que preparar para eso, porque esa es la eficiencia que buscan las navieras que van a reposicionar las primeras naves de 400 metros de eslora que son las que van a empezar a venir acá.