Por Redacción PortalPortuario/Agencia Reuters
Reino Unido gastará 10,5 millones de libras (13,9 millones de dólares) para ayudar a los puertos a prepararse para los controles de seguridad -posteriores al Brexit– de la Unión Europea (UE) para los ciudadanos británicos que ingresan al bloque y reducir el riesgo de colas e interrupciones, según dio cuenta el propio Gobierno.
Más de cuatro años después de que el Reino Unido abandonara formalmente la UE, el bloque de 27 naciones debe introducir este otoño un sistema fronterizo digital, conocido como sistema de entrada y salida (EES), que eliminará la necesidad de escanear manualmente los pasaportes.
Las nuevas reglas requerirán que las personas que viajan desde el Reino Unido y otros países no pertenecientes a la UE se registren en la frontera, lo que incluye escanear su rostro y tomar sus huellas dactilares, creando un registro digital que vincula un documento de viaje a la identidad de una persona mediante biometría.
El nuevo gobierno laborista británico advirtió, pocas semanas después de asumir el cargo en julio, que el país no estaba suficientemente preparado para los nuevos controles y que era probable que se produjeran trastornos.
La financiación ayudará a los puertos a implementar la tecnología necesaria, así como a completar trabajos como la instalación de quioscos y la contratación y capacitación de personal para prepararse para la introducción de los controles, según dio cuenta el Gobierno.
“Si bien los controles EES supondrán un cambio significativo en las fronteras de la UE, estamos trabajando arduamente con la Comisión Europea, los estados miembros y los puertos para garantizar que estemos bien preparados y minimizar cualquier interrupción para los británicos que viajan a Europa”, sostuvo Seema Malhotra, ministra británica de migración y ciudadanía.
El Puerto de Dover, el Eurotúnel de Folkestone y el Eurostar de la estación de St Pancras en Londres recibirán 3,5 millones de libras cada uno.
Gran Bretaña votó a favor de abandonar la UE en 2016 y salió formalmente del bloque el 31 de enero de 2020, aunque permaneció en el mercado único europeo hasta 2021.