Por Redacción PortalPortuario/Agencia Reuters
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Rusia volvió a atracar la infraestructura del puerto ucraniano de Izmail en horas de la mañana del miércoles 2 de agosto, lo que acontece un poco más de una semana después de la primera agresión una vez culminó el acuerdo de granos del mar Negro.
El nuevo accionar bélico ruso destruyó edificios y detuvo nuevamente a los buques que se encontraban en el área a la espera de poder cargar grano ucraniano, desafiando un bloqueo de facto que Rusia volvió a imponer a mediados de julio. Cabe recordar que la primer arremetida logró frenar a treintena de naves, las que permanecieron ancladas en el recinto portuario de Ucrania.
En línea con lo informado por Reuters, la más reciente acometida hizo subir los precios mundiales de los alimentos, a la vez que se incrementa el uso de la fuerza para evitar que Ucrania exporte cereales.
El viceprimer ministro ucraniano, Oleksandr Kubrakov, dijo que los ataques con aviones no tripulados rusos dañaron casi 40.000 toneladas de granos que estaban destinados a países de África, así como a China e Israel.
“Los terroristas rusos han atacado una vez más los puertos, los cereales y la seguridad alimentaria mundial”, señaló el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskiy en Telegram.
La agencia de noticias estatal rusa RIA indicó que la infraestructura portuaria y de granos afectada en el puerto albergaba mercenarios extranjeros y equipo militar. Asimismo, apuntó que también había sido atacado un astillero de reparación de barcos. Reuters no pudo verificar la información rusa.
Un video difundido por las autoridades ucranianas mostraba a los bomberos en escaleras luchando contra un incendio de varios pisos de altura en un edificio cubierto con ventanas rotas. Varios otros estaban en ruinas y el grano se derramó en al menos dos silos destrozados.
Pese a lo anterior, no hubo informes de víctimas, según escribió el gobernador de la región de Odesa, Oleh Kiper, en una publicación en la aplicación de mensajería Telegram.
Los datos de seguimiento de barcos comerciales mostraron que decenas de motonaves internacionales se detuvieron y echaron anclas en la desembocadura del Danubio, muchos de ellos registrados para llegar a Izmail desde el Mar Negro en un aparente intento de abrir una brecha en el bloqueo de Rusia.
El puerto, al otro lado del río frente a Rumania, miembro de la OTAN, es la principal ruta alternativa de salida de Ucrania para las exportaciones de granos, desde que el bloqueo de Rusia detuvo el tráfico en los puertos ucranianos del Mar Negro a mediados de julio.
Dos fuentes de la industria dijeron a Reuters que las operaciones en el puerto fueron suspendidas. El jefe de la autoridad portuaria, Yuriy Lytvyn, dijo en Facebook que los trabajos de reparación ya habían comenzado y que la infraestructura portuaria seguía funcionando.
Ucrania es uno de los principales exportadores de cereales del mundo. Rusia ha atacado su infraestructura agrícola y portuaria durante más de dos semanas, desde que se negó a extender un acuerdo que levantó el bloqueo de los puertos ucranianos durante la guerra el año pasado.
Moscú describió sus recientes ataques contra la infraestructura de granos de Ucrania como represalia por un ataque ucraniano en un puente a Crimea, utilizado para abastecer a sus tropas en el sur de Ucrania.
La embajadora de Estados Unidos en Ucrania, Bridget Brink, condenó los ataques en un comunicado, enumerando objetivos rusos recientes. “Casas. Puertos. Silos de grano. Edificios históricos. Hombres. Mujeres. Niños. Los ataques rusos que se intensifican las 24 horas del día en Kryvyi Rih, Kharkiv, Kyiv, Kherson dejan claro una vez más que Rusia no desea la paz, no piensa en la seguridad civil y no tiene en cuenta a las personas de todo el mundo que dependen de los alimentos de Ucrania.”
Kiev dice que el objetivo es volver a imponer el bloqueo de Rusia al persuadir a los transportistas y sus compañías de seguros de que los puertos ucranianos no son seguros para reanudar las exportaciones.
“La prioridad del enemigo es convencer a la comunidad internacional y a los armadores en particular de que la navegación en dirección a los puertos controlados por Ucrania es peligrosa”, dijo Natalia Humeniuk, portavoz militar en el sur de Ucrania.
Los productores de Ucrania ya están sintiendo el impacto. Kees Huizinga, un agricultor de la región central de Cherkasy en Ucrania, dijo a Reuters que “una consecuencia directa para nuestra granja es que no podemos entregar las 700 toneladas de cebada contratada que se suponía que debíamos entregar hoy”.
Los puertos fluviales del Danubio de Ucrania, como Izmail, representaron alrededor de una cuarta parte de las exportaciones de granos antes de que Rusia se retirara del acuerdo del Mar Negro, y desde entonces se han convertido en la principal ruta restante, con granos cargados en barcazas y enviados al puerto rumano de Constanza en el Mar Negro para envío en adelante.
El objetivo de Kiev es que los barcos internacionales vayan directamente allí y carguen en el lugar. El domingo 30 de junio, los medios ucranianos informaron que varios cargueros extranjeros habían llegado a Izmail desde el Mar Negro, por primera vez desde la expiración del acuerdo de granos.
Naciones Unidas advirtió sobre una posible crisis alimentaria en los países más pobres del mundo debido a la decisión de Rusia de abandonar el acuerdo, mediada por la ONU y Turquía.
Funcionarios ucranianos dicen que Moscú ha atacado 26 instalaciones portuarias, cinco navíos civiles y 180.000 toneladas de granos en nueve días desde que abandonó el acuerdo de granos.