Por Andrés Orrego Siebert
@PortalPortuario
Terminal Puerto Arica (TPA) espera que las tarifas preferentes que pudiera aplicar lleguen al cliente final boliviano. Para esto; sin embargo, la Administración de Servicios Portuarios de Bolivia (ASP-B) deberá solicitar, dado el volumen que maneja al ser intermediario de las cargas de importación, descuentos en el marco de la implementación del Manual de Servicios del Puerto de Arica que comenzará a regir el 5 de agosto.
Una fuente vinculada al terminal de la avenida Máximo Lira aseguró que “TPA está invitando a la ASP-B a que venga y entregarle descuentos. Ellos, eso sí, tienen que pedir esos descuentos para poder entregarlos conforme a su solicitud y traspasar estos beneficios al comercio exterior boliviano, beneficios que van acorde al estandar internacional de puertos que hoy gozan nuestros otros clientes chilenos y peruanos”.
Respecto de la denominación de “beneficio”, la fuente señaló que una propuesta es el despacho directo con tarifa cero, lo que en ningún caso supone obviar o saltarse a la figura de la ASP-B como entidad aduanera, sino más bien agilizar la cadena logística con una menor burocratización para ese tipo de operaciones.
“Este estándar es tan relevante, porque el cliente cada día que pasa con su carga en el puerto es un día que tiene que financiar un monto de carga que no está pudiendo vender o que no está pudiendo procesar, que es el capital de trabajo. Entonces, si es que la nave llega, y él puede contar con su carga de forma inmediata son 12 o 15 días que se reduce el poder tener capital inmovilizado”, añadió.
Por otro lado, el retiro directo genera optimización de recursos para el destinatario de la carga, ya que “si la ASP-B cobra ente 120 y 140 dólares al cliente por retirarlo de forma indirecta, nosotros estamos apuntando a que la tarifa sea cero. Por lo tanto, tiene un ahorro en costos y esperamos que esos beneficios lleguen al cliente, pero ya no es algo que dependa de nosotros”.
La fuente observó, por otro lado, que el despacho directo abre mayores posibilidades al comercio exterior boliviano al aminorar los costos en el ejercicio de importar, pero -del mismo modo- genera otros impactos positivos para el transporte terrestre y para las navieras que, a la larga, igual redundan en gastar menos dinero en el movimiento de los bienes.
“El cliente necesita choferes, un transporte, que si se nos avisa a tiampo y con despacho directo, podemos descargar y cargar más rápido, por lo que la estadía de ese transportista en Arica será menor y no va a tener que estar esperando el trámite de la solicitud del despacho indirecto. Por eso también se lanzó la doble cita para que ese camionero pueda dejar carga y no volver vacío o esperar tres o cuatro días por un cliente que necesite llevar algo a Bolivia”, explicó.
La doble cita, en ese contexto, ha producido que un camión boliviano permanezca no más de un día y medio en territorio chileno, lo que contribuye a que el transportista pueda “dar más vueltas” y, con esto, hacer crecer su negocio.
“Los beneficios son bastante transversales a toda la cadena, porque mientras más rápido corre el contenedor, por ejemplo, más rendimiento le saca la naviera que en vez de esperar por un contenedor por 12 días, lo espera tres o cuatro y eso también se traduce en menores costos”, ejemplificó.
En esa línea, la fuente afirmó que si ese contenedor destinado al mercado boliviano transita más rápido y permanece menos en puerto, el recinto portuario aumenta su capacidad, permitiendo acompañar el ritmo de crecimiento del comercio exterior, no solo de Bolivia, sino de Chile y Perú.
De hecho, con la aplicación del Manual de Servicios, como eje rector de su operativa, el Puerto de Arica quiere pasar de 3 millones de toneladas a 5,5 millones de toneladas transferidas
“Entonces es un círculo virtuoso por donde uno lo mire, porque le mete eficiencia, disminuye los costeos, se van optimizando los recursos que se tiene y eso genera más valor y recursos para todos”, resaltó.