La Corporación Autónoma Regional del Río Grande de la Magdalena (Cormagdalena) caducó el contrato de concesión portuaria del proyecto del Superpuerto Bocas de Ceniza. La decisión se debió a retrasos en el pago de la contraprestación de dicha concesión.

Sin embargo, los socios del proyecto pueden presentar un recurso de apelación. Inicialmente, la sociedad había solicitado a Cormagdalena la suspensión de la concesión, pero esta petición fue negada, consignó El Heraldo.

“Nosotros ya no tememos este proyecto, Cormagdalena caducó el proyecto y me parece que hizo bien, no había manera de sacarlo adelante”, comentó el empresario barranquillero, Christian Daes, uno de los socios del proyecto.

“Nos preguntan por qué no hemos podido hacer el superpuerto. Para hacer el puerto de aguas profundas no sólo se necesita gran capital, sino también una carretera de acceso. No es culpa del alcalde ni del gobernador, sino de todos los barranquilleros que no hemos exigido que nos den la importancia que tiene Barranquilla”, agregó Daes.

En este contexto, una de las propuestas consideradas fue que se construya la primera etapa del terminal marítimo con recursos públicos y que, una vez terminado, se venda al sector privado para que lo opere y lo mantenga, recuperando la totalidad de la inversión.

La iniciativa cuenta con una licencia ambiental vigente hasta 2055. En mayo de 2020, la empresa Power China firmó un memorando de entendimiento con la Alcaldía de Barranquilla, Impala y la Sociedad Portuaria Bocas de Cenizas, para avanzar en el desarrollo del proyecto iniciativa.