Por Redacción PortalPortuario
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Maersk informó que los buques de su servicio OC1, que opera entre Oceanía y América, volverán a navegar por el Canal de Panamá. La medida acontece ante la proximidad de la temporada de lluvias, razón por la cual la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) introdujo espacios de tránsito adicionales.
Cabe recordar que la naviera danesa había comenzado a omitir su paso por la vía panameña a principios de enero del presente año. Como respaldo recurrió a un “puente terrestre” para mover carga entre los océanos Atlántico y Pacífico.
Bajo este contexto, la compañía indicó que “después de monitorear de cerca el desarrollo durante las últimas semanas, nos complace anunciar que Maersk restablecerá el tránsito por el Canal de Panamá en nuestro servicio OC1 a partir del 10 de mayo de 2024”.
“El servicio volverá a su rotación preexistente que estaba vigente antes de la configuración actual de ‘dos circuitos’, establecida con la conexión de Panama Rail, la que se eliminará gradualmente a fines de mayo”, agregó.
De esta forma, la rotación actual del OC1 (configuración de dos bucles) es Balboa – Tauranga – Sídney – Melbourne – Port Chalmers – Tauranga – Balboa para el Servicio 063. El Servicio 062 es Filadelfia – Charleston – Manzanillo – Filadelfia.
La nueva rotación del OC1 (bucle único) será Filadelfia – Charleston – Canal de Panamá – Balboa – Tauranga – Sídney – Melbourne – Port Chalmers – Tauranga – Canal de Panamá – Manzanillo – Cristóbal – Cartagena para el servicio 061.
El primer viaje en dirección sur se efectuará el 7 de mayo cuando el portacontenedores Maersk Inverness parte desde Filadelfia. En tanto, el 20 de mayo será el primero del sentido norte con el zarpe del navío Spirit of Auckland desde Sídney.
Sequía
La suspensión del servicio OC1 a través del Canal de Panamá ocurrió en base a los cambios implementados por la ACP en lo relativo al proceso de reserva para navegar por la vía. Una situación que se gatilló debido a los bajos niveles de agua reportados en el Lago Gatún.
Las limitaciones de tránsito iban en directa relación con la fuerte sequía que enfrentaba el país centroamericano, pero se esperaba que se fueran alivianando progresivamente a medida que aumentaban las lluvias y, con esto, los niveles de los lagos que abastecen del agua para la operación de la vía interoceánica.
