Por Luis Alonso
@PortalPortuario
La Asociación de Armadores de Transporte Marítimo, Fluvial, Lacustre y Turístico Sur Austral de Chile (Armasur A.G). realizó un llamado a no modificar la Ley de Navegación y a crear un segundo registro de buques chileno. Esto a raíz de la discusión del proyecto legislativo que busca fomentar la apertura del cabotaje en Chile.
Lo anterior fue expresado por el presidente de Armasur, Héctor Henríquez Negrón, en el marco de su exposición durante la más reciente sesión de la comisión de Transportes y Telecomunicaciones del Senado.
Bajo este contexto, el titular de la agrupación de armadores señaló que “el proyecto original (de cabotaje) era aperturista total. Contenía indicaciones no aclaradas en aspectos tributarios, laborales y de reserva naval. El proyecto que presenta el actual Ejecutivo viene a despejar algunas de esas cosas”.
En este sentido, Henríquez valoró algunos aspectos de la iniciativa legislativa, rescatando que el transporte de productos de comercio exterior no sea considerado cabotaje mientras no se nacionalice la carga, como también que los contenedores vacíos no sean cabotaje, que se reponga la reserva de carga y que se reintegra el limite de 400 pasajeros en naves con fines turísticos.
Sin embargo, el titular de Armasur remarcó que “los problemas que nosotros siempre detectamos, hemos hecho la crítica en todos los proyectos que se han presentado para reformar el cabotaje en Chile, es que mantiene el pecado original de promover el cabotaje con bandera extranjera, específicamente naves con bandera de conveniencia”.
“De las indicaciones que hay hoy en día, la que más nos preocupa a nosotros es el cabotaje con bandera extranjera en ruta de salida y también porque promueve cambios en la Ley de Navegación -legislación de espíritu estratégico- bajo criterios económicos”, agregó.
En lo relativo al cabotaje en ruta de salida, Henríquez sostuvo que “se trata de importar legislación. El mundo está globalizado y uno puede entender que compite con economías que tienen regulaciones distintas a las nuestras, pero caso muy distinto es importarla y aplicarla en el país. Es un precedente muy negativo para nuestra institucionalidad”.
“Para que la bandera chilena pueda competir en ese terreno, debemos tener condiciones similares. El cabotaje de salida puede tener un potencial o grado de amenaza para los servicios de línea porque uno perfectamente puede entrar por Punta Arenas y salir por Arica y lo mismo al revés”, añadió.
A su vez, el representante de la agrupación de armadores ante la comisión de senadores remarcó que “el otro punto que nos preocupa es el tema estratégico. La Ley de Navegación es una ley estratégica que tiene que ver -en ciertas cosas- con promover las condiciones bajo las cuales elementos de seguridad, soberanía y geopolítica se resguarden de mejor manera”.
En línea con lo expresado por el presidente de Armasur, lo anterior se sustentaría a través de propiedad, dotaciones, normativas y autoridades fiscalizadoras completamente -o en gran parte- compuesta por actores o individuos chilenos. “Nosotros decimos que bajo consideraciones estratégicas tiene sentido que las dotaciones, la propiedad, la autoridad y la normativa sea chilena”, acotó.
“Si los criterios estratégicas son desestimados y solo lo que se busca es promover la competitividad sin importar cómo, en donde se cree que el fin último es solo bajar precios, no tiene sentido que la propiedad sea mayoritariamente chilena. Tampoco tendría sentida que la dotación chilena, que la autoridad que fiscaliza sea chilena, que las normas sean chilenas, porque de lo que se trata es que se produzca al final un menor precio a través de bandera de conveniencia”, explayó.
Qué hacer
Sobre el actual proyecto de Ley que busca modificar la Ley de Fomento a la Marine Mercante y la Ley de Navegación a modo de fomentar la competencia en el mercado de cabotaje, Henríquez valoró como positivo el “compromiso del Estado de promover formación con criterio de equidad, la creación de carreras que necesita la industria, profesionalización, generar capital humano local, reencantar a los jóvenes con el mar, incorporar jóvenes de la pesca artesanal y la inserción de la mujer a la actividad mercante2.
A su vez, planteó algunas medidas que podría ser discutidas y abordadas para realizar de mejor manera -a su criterio- el transporte de carga en Chile y, a la vez, competir con las banderas de conveniencia no solo en el sentido del cabotaje, sino también en lo relativo al comercio internacional.
Una de estas sería la creación de un segundo registro de buques chilenos, ya que esto permitiría “la simplificación administrativa, permisología reducida, exención de pagos del personal embarcado (certificados, exámenes médicos, entre otros), incentivos tributarios para armadores y personal embarcado, bonificaciones en seguridad social, tonnage tax, racionalización de regulaciones, costos portuarios diferenciados para el cabotaje, libertad para contratar un porcentaje de dotación extranjera”, según remarcó Henríquez.
En consideración a razones estratégicas, el presidente de Armasur propuso “seguir el ejemplo de otros países con una robusta política de fomento al cabotaje y desarrollo marítimo portuario construida con todos los actores. Esto, en lo inmediato, significa no hacer cambios en la Ley de Navegación respecto a la propiedad y prohibir cabotaje de nave extranjera en ruta de salida”.
“Si se consideran solo razones económicas, se requiere definir las condiciones y acciones necesarias para permitir la competencia de la bandera chilena frente a las banderas extranjeras en igualdad de condiciones”, añadió.
Además, llamó a “hacer una diferenciación en el Sur Austral ante la evidencia que no existe concentración, hay alto crecimiento, rol preponderante en la integración territorial y existen razones de seguridad y soberanía que así lo justifican”.
“Mientras se define el futuro camino, avanzar en que la carga de comercio exterior no nacionalizada no se considerará cabotaje, reposicionamiento de contenedores vacíos no se considerará cabotaje, mantener reserva de carga y mantener restricción de sobre 400 pasajeros a cruceros extranjeros”, concluyó.