Por Redacción PortalPortuario/Agencia Reuters
El gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está considerando un plan para detener e inspeccionar los petroleros iraníes en el mar bajo un acuerdo internacional, el que está destinado a contrarrestar la proliferación de armas de destrucción masiva, según dieron cuenta a Reuters fuentes familiarizadas con el asunto.
Trump ha prometido restablecer una campaña de “máxima presión” para aislar a Irán de la economía global y reducir a cero sus exportaciones de petróleo, a fin de evitar que el país obtenga un arma nuclear.
El mandatario estadounidense atacó a Irán con dos oleadas de nuevas sanciones en las primeras semanas de su segundo mandato, dirigidas a empresas y a la llamada flota paralela de viejos petroleros que navegan sin seguro occidental y transportan crudo desde países sancionados.
Estas medidas han estado en gran medida en línea con las medidas limitadas implementadas durante la administración del expresidente Joe Biden, durante la cual Irán logró incrementar sus exportaciones de petróleo a través de complejas redes de contrabando.
Los funcionarios de Trump ahora están buscando formas para que los países aliados detengan e inspeccionen los barcos que navegan por puntos críticos como el estrecho de Malaca en Asia y otras rutas marítimas, según seis fuentes que pidieron no ser identificadas debido al tema delicado.
Eso retrasaría la entrega de crudo a las refinerías y también podría exponer a las partes involucradas en facilitar el comercio a daños a su reputación y sanciones, dijeron las informantes.
“No hace falta hundir barcos ni arrestar a gente para tener el efecto amedrentador de que no vale la pena correr el riesgo”, sostuvo una de las fuentes. “El retraso en la entrega infunde incertidumbre en esa red de comercio ilícito”, agregó.
La administración estaba examinando si se podrían realizar inspecciones en el mar bajo los auspicios de la Iniciativa de Seguridad contra la Proliferación lanzada en 2003, cuyo objetivo es prevenir el tráfico de armas de destrucción masiva.
Estados Unidos impulsó esa iniciativa, que ha sido firmada por más de 100 gobiernos. Este mecanismo podría permitir a los gobiernos extranjeros atacar los envíos de petróleo de Irán a pedido de Washington, dijo una de las fuentes, retrasando efectivamente las entregas y afectando las cadenas de suministro de las que Teherán depende para obtener ingresos.
El Consejo de Seguridad Nacional, que formula políticas en la Casa Blanca, estaba estudiando posibles inspecciones en el mar, dijeron dos de las fuentes. No estaba claro si Washington ya se había puesto en contacto con algunos signatarios de la Iniciativa de Seguridad contra la Proliferación para comprobar su voluntad de cooperar con la propuesta.
John Bolton, que fue el principal negociador estadounidense de la iniciativa cuando se creó, comentó a Reuters que “estaría plenamente justificado” utilizar la iniciativa para frenar las exportaciones petroleras de Irán. Señaló que la venta de petróleo era “obviamente fundamental para recaudar ingresos para que el gobierno de Irán lleve a cabo tanto sus actividades de proliferación como su apoyo al terrorismo”.
El presidente iraní, Masoud Pezeshkian, dijo al parlamento iraní el 2 de marzo que Trump “ha vuelto a firmar una orden que sanciona a muchos de nuestros barcos en el mar, dejándolos en la incertidumbre sobre cómo descargar su carga de petróleo y gas”. Se refería a la última ronda de sanciones de Trump.
Posible repercusión
Los intentos anteriores de confiscar cargamentos de petróleo iraníes han provocado represalias por parte de Irán.
Estados Unidos intentó interceptar al menos dos cargamentos de petróleo iraní en 2023, bajo el gobierno de Biden. Esto llevó a Irán a confiscar barcos extranjeros, incluido uno fletado por Chevron Corp, lo que hizo subir los precios del crudo.
El actual entorno de bajos precios del petróleo le da a Trump más opciones para bloquear los flujos de petróleo iraní, desde sanciones a las compañías petroleras hasta la confiscación de barcos, según Ben Cahill, analista de energía del Centro de Sistemas Energéticos y Ambientales de la Universidad de Texas.
“Creo que si los precios se mantienen por debajo de los 75 dólares el barril, la Casa Blanca tiene más margen para considerar sanciones que afectarían, ya sabe, el suministro de Irán y otros países. Sería mucho más difícil hacerlo en un entorno de 92 dólares el barril”, dijo Cahill.
Una acción agresiva de Estados Unidos podría reducir las exportaciones de Irán en unos 750.000 barriles por día en el corto plazo, dijo, pero cuanto más tiempo estén vigentes las sanciones, menos efectivas serán a medida que Irán y los compradores encuentren formas de evadirlas.
Una rápida reanudación de las exportaciones de petróleo de la región semiautónoma del Kurdistán iraquí ayudaría a compensar cualquier caída de las exportaciones iraníes. Reuters informó anteriormente que la Casa Blanca está aumentando la presión sobre Irak para que permita que se reanuden las exportaciones de petróleo kurdo o se enfrentará a sanciones junto con Irán.
A pesar de las sanciones estadounidenses de los últimos años, las exportaciones de petróleo de Teherán generaron 53.000 millones de dólares en 2023 y 54.000 millones de dólares un año antes, en gran parte en intercambios con China, según estimaciones de la Administración de Información Energética de Estados Unidos.
Irán depende de las exportaciones de petróleo a China para obtener ingresos vitales. Rusia, que enfrenta restricciones a las exportaciones de petróleo y sanciones occidentales más amplias, está igualmente centrada en el envío de petróleo a compradores en China y la India.
Finlandia y otros países nórdicos han advertido en los últimos meses de los peligros que suponen los barcos que navegan cerca de sus costas y de los riesgos medioambientales que suponen para sus costas los derrames de petróleo si se produce un accidente.
Aunque los países europeos han hablado sobre inspecciones a barcos que transportan petróleo ruso sospechosos de no tener un seguro válido, se han tomado pocas medidas y ninguna se ha planteado para los buques que transportan petróleo iraní.
