Por Redacción PortalPortuario.cl
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La última edición del informe “Container Forecast” de la consultora Drewry da a conocer que la flota de portacontenedores inactivos (naves amarradas por más de 14 días) se redujo en más de un 70 % en el último año, pasando de 1,7 millones de TEUs en noviembre de 2016 a menos de 500.000 TEUs en junio de 2017.
Según el documento la caída se explicaría por razones como la quiebra de Hanjing Shipping, puesto que más de 100 buques y 600.000 TEUs pasaron a formar parte de la flota amarrada que alcanzó la cifra más alta de su historia. Hoy gran parte de dichos buques ya han sido desguazados o reasignados a otros servicios por sus nuevos armadores.
Otro de los factores del descenso de la flota amarrada es el número de estos buques que ha sido reciclado. Desde principios de diciembre de 2016 hasta mediados de marzo de este año, Drewry contabilizó 23 portacontenedores enviados a desguace, que suman un total de 76.000 TEUs. En los últimos meses esta tendencia se ha frenado debido al descenso del precio de los buques para desguazar y a un aumento de la demanda de transporte.
Desde el 1 de abril las navieras han tenido que complementar las flotas de sus servicios globales para los servicios de las nuevas alianzas.
Según datos de Drewry, desde marzo a fines de junio de este año, se han reactivado 133 portacontenedores amarrados. La mayoría se desplegó en los principales servicios este-oeste, sobre todo en los transpacíficos; otros 30 se destinaron a servicios secundarios entre Oriente y la India u Oriente Medio, y 18 buques reforzaron los servicios Norte-Sur.
Asimismo, existe una clara preferencia por los portacontenedores de mayor capacidad y más nuevos. Hasta junio, solo había 12 buques de 8.000 TEUs o más amarrados, de los cuales 5 han sido reactivados desde entonces. De los 178 buques inactivos, 152 tienen una capacidad inferior a 5.000 TEUs. Las perspectivas de reactivación de éstos no son demasiado halagüeñas y probablemente seguirán amarrados o se enviarán al desguace.
Drewry agrega que, si bien la flota amarrada es un buen barómetro de la salud general del sector, debe existir claridad que el peak de 2016 y el reciente descenso han estado marcados por acontecimientos puntuales, como la quiebra de Hanjin o la reestructuración del sector en potentes alianzas.