Por Andrés Orrego Siebert
@PortalPortuario
Los gerentes generales de Puerto Central (PCE), Rodrigo Olea, y de San Antonio Terminal Internacional (STI), José Iribarren, coincidieron en que los terminales de contenedores de San Antonio se encuentran “bajo presión”.
Lo anterior se atribuye a la competencia intraportuaria en el principal complejo portuario del país y a la interportuaria, considerando a Terminal Pacífico Sur (TPS), en Valparaíso. A esto se suman la nueva configuración que ha ido adquiriendo la industria naviera con sus alianzas y fusiones, lo que ha incrementado el poder de negociación de las líneas respecto de los terminales.
La situación fue expuesta, en primera instancia por Rodrigo Olea durante el segundo seminario del Frente de Trabajadores Portuarios Centro.
En la oportunidad, el gerente general de PCE advirtió que los terminales de la Región de Valparaíso están ganando, a penas, 240 pesos por tonelada transferida.
“La fuerte competencia y la baja de carga sostenida que ha habido o la estabilización de carga que ha habido en los últimos años, sumado a la capacidad que nosotros hemos agregado en los últimos años ha resultado en una fuerte presión sobre las tarifas. Fuertes inversiones y bajas tarifas no es una mezcla muy saludable”, dijo Olea.
“Sacábamos la cuenta de los concesionarios (PCE, STI y TPS) en 28 millones de toneladas son 240 pesos por tonelada de utilidad. Evidentemente, para la cantidad de infraestructura, de inversiones y tecnología que se ha agregado en los últimos años, obviamente, no es un número que estemos muy contentos”, añadió.
Olea también advirtió que otro factor son las diferencias que existen en los contratos de concesiones, modelo que -a su juicio- se fue “perfeccionando en el tiempo”, por lo que se han producido asimetrías como por ejemplo en los procedimientos de cambio de prioridad de sitio que para PCE puede tomar hasta 8 meses, mientras que para otros concesionarios solo 15 días.
Por otro lado, Olea comentó que la consolidación de la industria naviera se ha traducido en una disminución del número de clientes.
“Las navieras han ido evolucionando hacia un nivel de consolidación del mercado. Hoy día tenemos menos clientes, ellos además comparten los espacios, hoy día si la cuenta no me falla no haymás de cuatro servicios al Asia y hay una capacidad portuaria que, evidentemente, tiene un nivel de disponibilidad. Yo lo que cuestiono es por qué no existe un modelo en dónde esa capacidad, independiente de quien sea el cliente, pueda ser utilizada”, sostuvo.
Su par de STI, José Iribarren, acotó que “la industria sigue súper competitiva. Cada vez sigue habiendo presiones importantes de parte de la industria para reducir tarifas, costos, etcétera. Todo se traspasa a los puertos y yo comparto su opinión en que seguimos una etapa complicada, a pesar de que la industria muestra signos de mejora”.
“Por otra parte, no se olviden que hay servicios nuevos que se inyectaron a la costa oeste de Latinoamérica, entre Asia y Latinoamérica y esto, si mal no recuerdo, está en relación al 18% y eso nos sigue poniendo mucha presión a nosotros, porque las tarifas tienden a la baja en los fletes y vienen las presiones de nuestros clientes”, explicó.