Por Nicolás Birchmeier Rivera
@PortaPortuario.cl
La discusión de la apertura del cabotaje de personas para poder transportar turistas chilenos a bordo de cruceros internacionales a lo largo del territorio sigue avanzando en el Senado. La propuesta iniciada como moción –que fue aprobada por los integrantes de la Comisión de Transportes y Telecomunicaciones– se encuentra siendo analizada por los legisladores de la Comisión de Trabajo y Previsión Social para abordar las indicaciones relacionadas con este cambio de normativa.
Gran parte del debate realizado por los congresistas ha coincidido en los beneficios que traería al desarrollo del turismo local esta modificación; sin embargo, el senador de la Región de Valparaíso, Kenneth Pugh, evidenció sus inquietudes en una sesión del mes de abril–informadas en su momento por PortalPortuario.cl– ante esta eventual aprobación donde indicó que “el país no está a la altura” debido a que no hay infraestructura portuaria destinado exclusivamente a naves de esta industria debiendo recalar en terminales dedicada a la carga.
Pugh, en conversación con PortalPortuario.cl, señaló que la idea de flexibilizar el cabotaje de personas para embarcaciones de bandera extranjera con capacidad para transportar a más de 400 turistas tiene que ir acompañada con el desarrollo terminales de cruceros para pasajeros especializados en esta industria.
“Las naves son cada vez más grandes, con cantidades importantes de pasajeros y que requieren una infraestructura adecuada, que esté a la altura de este turismo que requiere idealmente terminales oceánicos de cruceros, vale decir lugares que estén preparados para recibir”, expresó.
¿Cuál es la relevancia de seguir avanzando en este cambio de normativa?
En la práctica lo que se requiere también, porque las dos cosas tienen que ir de la mano, es adaptar la normativa. Lo que se busca por un lado es proteger la bandera nacional de cruceros de menor tamaño y entender que hay un turismo internacional que se realiza con grandes naves, y estas grandes naves también requieren puertos que estén a la altura de ella, por lo tanto ir desarrollando terminales oceánicos de cruceros.
Son indispensables estos dos puntos…
Tienen que estar los dos elementos, por un lado la voluntad y disposición de planificar y desarrollar terminales de cruceros para los grandes buques y por otro lado, flexibilizar la norma y para eso se ha buscado una cantidad de pasajeros mínimos, vale decir las naves grandes de al menos 400 pasajeros sean las que puedan hacer este cabotaje de personas, ya que las naves menores esas tienen un turismo específico y en lugares bien precisos y también se busca generar una diferenciación entre dos segmentos de la industria. Lo segundo también es mejorar los servicios y ojalá tener terminales dedicados que puedan cumplir con estas funciones.
¿Por qué se debe continuar en este camino?
Hay que entender que el turismo de cruceros de nivel mundial es una industria que está creciendo en importancia y también está cambiando las rutas. De hecho, las rutas que pueden ofrecer el sur argentino y chilenos son bastantes apetecidas y eso va a ser que, si bien ya partimos hace 15 años con las primeras empresas, esto vaya en aumento.
¿Qué ganaría el país con terminales dedicados a las operaciones de cruceros y una posible apertura del cabotaje?
Primero con los homeports, que son lugares donde se podría extender o prolongar la estadía de las naves dado que vienen a recambiar dotaciones y pasajeros, eso permitiría, probablemente, un día de pernoctada y habilitaría que se generaría más programas en los puertos que los reciben. Además, los homeports tienen que estar relacionados con los puertos internacionales, por lo tanto la conectividad debe existir para garantizarlo y esos lugares en Chile no son muchos, entonces se debe priorizar la inversión.
Igualmente aumentaría al turismo nacional…
Este es un tema que va más relacionado con el perfil y la demanda de estos pasajeros que es lo que el mercado finalmente encuentra. Y la ley busca flexibilizar de tal manera de aportar y lo que busca, en el fondo, es permitir a los chilenos navegar por su territorio, que conozcan Chile para valorar lo que tenemos. Hay que recorrer y valorar esa ‘jungla fría’ que es la Patagonia, ojalá navegar por los canales, que es una experiencia maravillosa y única. De ahí hay que buscar una fórmula para que más chilenos puedan disfrutar de esto.
¿Cómo aportaría al turista chileno?
Esta es una forma de poder hacer más accesible y aumentar el turismo. Entendiendo que en Chile se está produciendo un cambio demográfico interesantísimo que es la inversión de la pirámide, que significa que cada vez vamos a tener más adultos mayores y ellos requieren programas de actividades y eso es lo que buscamos, incentivar que también tengan la oportunidad de navegar por Chile. Obviamente esto requiere flexibilizar la norma y para eso se busca este cambio.
Llevándolo al caso de Valparaíso que recientemente se aprobó el proyecto para un muelle prioritario para cruceros, ¿va en concordancia con su planteamiento?
En Valparaíso no se hizo todo lo que se está haciendo en el debido tiempo y estamos, en estos momentos, reaccionando para poder generar algo que le permita al puerto Patrimonio de la Humanidad del Pacífico contar con un terminal. Pero esto mismo debe ocurrir en todo Chile para poder generar las mejores condiciones para que se desarrolle bien esta industria y permita a los chilenos navegar y conocer su mar.