Por Andrés Orrego Siebert
@PortalPortuario
Mostrar al puerto, pero desde el punto de vista humano de quienes realizan las operaciones ha sido el foco -durante los últimos años- de la estrategia comunicacional y de relacionamiento con la comunidad del Puerto de San Antonio. La apuesta ha propiciado una mayor interacción y conocimiento de la actividad portuaria, a pesar de las restricciones que, por seguridad, tienen los “ciudadanos de a pie” para ver in situ el desarrollo de las faenas.
“Como Autoridad Portuaria nosotros administramos los contratos de concesión, pero eso está lejos de ser un rol pasivo; es un rol activo. Dentro de las cosas que tiene que hacer la Autoridad Portuaria, a la que vemos siempre muy preocupada de la logística, de optimizar los flujos del puerto, también está el deber preocuparse del entorno y, ante eso, la respuesta es fácil, si al concesionario le va bien al puerto le va bien y a la ciudad le irá bien y si al concesionario le va mal a la Autoridad Portuaria le irá igual y, eso, a la larga, repercute en la ciudad y sus vecinos. Por tanto, nosotros velamos porque se mantenga ese equilibrio”, comentó Carlos Mondaca, gerente de Asuntos Públicos de la Empresa Portuaria San Antonio y vicepresidente para América Latina de la Asociación Internacional de Ciudades Portuarias, entidad internacional dedicada a fortalecer la relación ciudad-puerto.
¿Cómo mantienen ese equilibrio entre el desarrollo económico del puerto y su rol más social?
La Empresa Portuaria San Antonio se relaciona con el entorno para acercar al puerto a la ciudad, porque somos unos convencidos de que el Código ISPS no puede ser las excusa o un impedimento para que la gente conozca su puerto. Entendemos que, por motivos de seguridad, no todos pueden subirse a una grúa, pero nosotros que sí podemos hacerlo, podemos mostrar lo que pasa arriba de esa grúa, pero antes que eso, mostramos a quien protagoniza esa acción.
¿Qué sentido tiene esto desde el punto de vista comunicacional?
Hemos tratado de humanizar al puerto. Los vehículos que circulan por Chile llegan a San Antonio a DP World y son descargados por gente que trabaja y vive en San Antonio, lo mismo pasa con los embarques de fruta o las maniobras para bajar o embarcar distintas cargas en STI o de los granos que llegan a Panul… Son los sanantoninos los que están detrás de eso y nosotros buscamos, primero, ponerle un rostro a ese movimiento, que es el rostro de nuestros trabajadores portuarios.
¿Por qué cree que esta estrategia contribuye al desarrollo del negocio portuario?
Porque, por más cliché que suene, uno no puede querer lo que no conoce o lo que no entiende. Al principio de todo esto, lo que nos pasaba es que la gente nos decía: “¿Bueno qué tengo que ver yo con todo esto del puerto?” y nos dábamos cuenta que, en muchos casos, se trataba de personas, de pequeñas empresas, que estaban vinculadas al puerto como proveedores de servicios o porque tienen un familiar que es portuario. Por lo tanto, lo que empezamos a hacer fue ayudar a la comprensión de que San Antonio es una ciudad que depende -en gran medida- del puerto, porque sus actividades comerciales tienen algún grado de relación con la actividad portuaria o logística asociada.
¿Cómo lo hicieron?
A través de distintas instancias comunicamos, explicamos y resolvemos dudas respecto de la operación portuaria, recogemos inquietudes y también contribuimos a que se valore más el sistema y creemos que eso es un aporte a la continuidad del mismo; o sea que la gente sepa que lo que pasa al interior del puerto es protagonizado por vecinos de ellos también es un valor. Esto contribuye a la operación, porque todas las actividades necesitan una licencia social para operar y eso parte de la comprensión del ciudadano de la relevancia de la actividad y por qué se desarrolla allí y, desde ese punto de vista, lo valore. Entonces, lo que hace Puerto San Antonio, a través del equipo de Asuntos Públicos, es eso. En otras palabras: ir, contar, dar la cara, explicar, pedir disculpas, gestionar, lo que haya que hacer para que la comunidad esté más informada y sienta que el puerto es parte de su vida.
Cuando habla de humanizar al puerto ¿A qué se refiere?
A dar a conocer el importante rol que cumple el ser humano en el puerto que son los hombres y mujeres que son trabajadores portuarios y que son el comienzo de esta cadena, misma cosa con los tripulantes de lanchas de práctico o remolcadores, amarradores y todo el personal que participa de una u otra manera en la faena portuaria. Creo que hemos contribuido a darle un rostro al ser que se ve pequeño desde la altura de una grúa y que no se ve desde la ciudad, porque desde los miradores podemos ver a las grúas, pero no a las personas y lo mismo pasa al revés, porque cuando uno está en el puerto ve las casas en los cerros, pero no ves a la gente, por lo que también hemos ayudado a llevar la inquietud de la gente al puerto, porque la relación dual es la que vale.
Ustedes son muy activos en redes sociales e incluso han reducido el envío de comunicados de prensa ¿Les ha servido esa estrategia para dar a conocer lo que se hace en el puerto?
Sin duda. La comunicación digital es una herramienta interesante, porque al abrir una fan page, donde uno puede recepcionar las más variadas inquietudes es un desafío, porque hay que contestarlas, porque no solo nos llegan preguntas, sino también críticas y denuncias que hay que responder y, por tanto, es un canal de comunicación permanente que hay que monitorear todos los días. Esta herramienta, a veces, le da voz a gente que, en otra circunstancia, no habría dicho nada y esto genera, muchas veces, un poco de aprehensión dentro de la comunicación tradicional, pero nosotros fuimos los primeros en ingresar a este mundo con la primera cuenta de un puerto de Chile en Twitter y estamos presentes en varias plataformas como Youtube, Instagram y Facebook.
A través de esas cuentas hemos visto algunas transmisiones en vivo de maniobras o faenas ¿Qué evaluación hace de aquello?
Sí, sobre todo, hacemos transmisiones desde las naves. A modo de ejemplo, para la primera recalada del Norwegian Sun que fue el 24 de abril como a las 5.20 de la mañana, nosotros hicimos una transmisión desde uno de los remolcadores que era dirigido por el capitán “Chichi”, Sigfrido Ojeda. Lo que nos sorprendió es que había mucha gente viéndola a las 5 de la mañana y eso fue porque había gente que sabía que llegaba la nave y la estaba esperando, porque era primera vez que llegaba un crucero a San Antonio, por lo que la gente fue a ver esto a la costanera y se iba conectando a la transmisión para acompañar lo que veía con el relato que íbamos haciendo de los aspectos más técnicos de esta primera recalada que fue histórica para nuestra ciudad, pero -asimismo- los vecinos podían preguntar, porque las transmisiones en vivo de Facebook permiten que el espectador consulte y se le conteste al aire y eso agrega valor y conocimiento.
A propósito de conocimiento, ustedes también han sido activos en recibir visitas de colegios y universidades, pero de igual modo salir a presentar al puerto a los centros educacionales ¿Por qué?
Creo que el acercamiento al mundo de la educación es muy importante, porque como Autoridad Portuaria tenemos que seguir relacionándonos con los vecinos y, en especial, con nuestros jóvenes, porque ellos son los que tienen más inquietudes sobre el futuro, ellos son los que tienen que pensar si se quedan o no en San Antonio o en la provincia y nosotros tenemos el deber de mostrarles qué es lo que pasa en el puerto y cuáles son las alternativas para un futuro y qué mejor que hacerlo de la mano de la actividad que tiene más relevancia en la ciudad como lo es la portuaria.
Sabías que...
— Puerto San Antonio (@puertosantonio) December 11, 2019
Los remolcadores son pequeñas embarcaciones que empujan o tiran de naves mayores presentes en un puerto. Pueden tener hasta 20 mil caballos de fuerza 😱
Cada día en #SanAntonio podemos ver varios de ellos ayudando a las naves a movilizarse frente a nuestra bahía. pic.twitter.com/TEa4290s6N