Por Carlos Mondaca
Jefe de Asuntos Públicos de Puerto San Antonio
A pocos días de haber terminado la participación de San Antonio en la feria de cruceros más importante del mundo, las reflexiones son variadas.
Durante el encuentro, países de todo el orbe mostraron sus atractivos a los visitantes. Animados bailes, música, trajes típicos y degustaciones de todo lo imaginable se podían ver y saborear en cada esquina, transformando al centro de convenciones de Fort Lauderdale en una fiesta intercultural impresionante.
San Antonio, que a la fecha sólo llevaba 11 meses recibiendo naves de pasajeros, sorprendió a la industria de cruceros con un atractivo stand, donde el concesionario Puerto Central y la municipalidad mostraron parte de lo ocurrido en esta temporada de cruceros y material donde se destacaban las bondades de la provincia y sus paisajes.
Durante el desarrollo de la feria, pasaron por el stand los representantes de las principales líneas de cruceros y operadores turísticos del orbe. Líderes en su rubro, la mayoría nos transmitió más o menos lo mismo: la operación logística de los pasajeros al interior del terminal ha sido de primer nivel, subiendo el estándar de lo realizado en años anteriores al contar con un terminal de pasajeros a poca distancia de la nave y no haber registrado atrasos en zarpes producto de descoordinaciones con el servicio de bankering o el abastecimiento de agua potable.
También se agradeció la excelente disposición de Puerto Central para con las navieras de cruceros, el trabajo en equipo entre autoridad portuaria, el terminal y el municipio. Además, todo lo arriba escrito fue realizado en un lapso muy breve de tiempo y, en menos de un año ya van 75 mil personas que han llegado a buen puerto en nuestros muelles.
Si bien es cierto, el balance fue positivo y los asistentes a Seatrade Cruise Global 2018 celebraron la llegada de San Antonio al exigente mercado de cruceros, la industria también planteó desafíos que San Antonio ha de abordar para que los pasajeros puedan permanecer más tiempo en la zona y no ser un lugar de tránsito o de espera antes de iniciar su viaje de placer. Mejorar las condiciones de los sectores por los que transitan los cruceristas, contar con una oferta cultural accesible, aumento en la cantidad de camas disponibles para pernoctar en la zona y personas que puedan atender sus dudas en inglés, fueron algunos de los puntos que se nos comentaron.
¿La solución a lo planteado? Seguramente la misma que permitió recibir a los primeros 75 mil turistas en San Antonio: Seguir trabajando en conjunto.
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