Jordi Aragunde: “Lo que queremos es que los puertos estén llenos de barcos”

Por Andrés Orrego 

@PortalPortuario


Se declara como opositor a la automatización en el sector portuario, pues cree que sólo favorece a las empresas en términos de ganancias en desmedro de los trabajadores, razón por la cual -dice- seguirá luchando en contra aquellas tecnologías “que devalúen” los puestos laborales en los puertos. Ese es el pensamiento del español Jordi Aragunde, coordinador general de la International Dockworkers Council, quien visitó Chile para participar -en Quintero- de la Asamblea Anual de la IDC para América Latina.

Aragunde, en diálogo con PortalPortuario, observó algunas de las falencias del sector en la Región, específicamente, en términos regulatorios al considerar que países como Chile, pese a su extensa costa y diversidad de terminales portuarios, cuenta con una Ley de Puertos desactualizada.

Asimismo, el dirigente portuario global se salió de la retórica sindical de oposición al empresariado, dejando ver que entre ellos existe un punto en común como lo es “ganar dinero”.

“Lo que queremos es que los puertos estén llenos de barcos y que todas las empresas ganen mucho, que dejen mucho dinero a nuestra región y que nosotros también ganemos mucho dinero trabajando”, remarcó.

¿Cuál fue el tema central de esta Asamblea?

Es una asamblea realizada en Latinoamérica. Cada dos a tres años se van haciendo asambleas por zonas, ya que IDC es una organización que representa a todo el planeta, por lo que periódicamente vamos haciendo reuniones por continente. En este caso, la asamblea que hemos tenido en Quintero-Ventanas, con alrededor de 500 personas de más de 15 países, nos mostró que tenemos que trabajar en cómo mejorar las relaciones laborales en los puertos. Tenemos países que aún no se han decidido a hacer una Ley Portuaria.

¿Qué otras materias están pendientes o pudieron observar durante la asamblea?

A grandes rasgos, el objetivo era; primero, detectar dónde teníamos los mayores problemas en los países que conformen la familia IDC en Latinoamérica y, con eso, cuáles son las empresas que nos crean más problemas para poder actuar en el caso de que no se soluciones los conflictos que tenemos. Entonces, en los tres días que tuvimos, por un lado, el área portuaria, tanto de formación, prevención y de creación de unos estándares mínimos como luchar contra estas nuevas tecnologías que vienen a sustituir ciertas tareas y los trabajadores.

Chile es uno de esos países que aún no concluye una actualización de una Ley Portuaria ¿Cómo ve usted esta situación? ¿Qué debe incluir una regulación de este tipo?

Tuvimos la oportunidad de reunirnos con el Director General de Trabajo y todo el equipo de autoridades que vino representando al Gobierno de Chile. Llevamos muchos años en Chile peleando por tener una Ley Portuaria que proteja a los trabajadores, que les dé estabilidad, garantías de trabajo, de futuro y de formación; que garantice la prevención y la seguridad en los puertos. Lo primero que queríamos era marcar unos estándares mínimos en los puertos latinoamericanos y especialmente en Chile, donde tenemos una muy gran representación y una interlocución con el Gobierno muy positiva.

¿Cuáles son las principales brechas que ustedes observan en los distintos países?

Estamos viendo cómo está evolucionando. Yo entiendo que, a veces, cuesta -por la especialización del sector portuario- crear una Ley Portuaria con gente que sepa de lo que está hablando. Es difícil, además, porque los Gobiernos no son muy constantes, van cambiando demasiado a menudo. En el caso de Chile, tuvimos un acercamiento importante por parte del Presidente (Gabriel Boric) y de su equipo de Gobierno, incluso tuvimos la oportunidad de charlas con el Director General de Trabajo (Pablo Zenteno), quien también marcó una posición positiva, lo mismo el Gobierno Regional en la figura del Gobernador Mundaca (Rodrigo),  quien también tuvo una posición proactiva para buscar la manera de desarrollar una Ley que pudiera ser la que de estabilidad y futuro que, al final, es lo que queremos todos. No nos tenemos que engañar que tanto las Autoridades y las Empresa, como nosotros los trabajadores, lo que queremos es que los puerto estén llenos de barcos y que todas las empresas ganen mucho, que dejen mucho dinero a nuestra región y que nosotros también ganemos mucho dinero trabajando.

¿Cómo se logra eso?

Tenemos que tomar ejemplos de otros países que tienen leyes portuarias que protegen a los trabajadores y aspectos que tenemos que poner en la mesa de formación continua, ya que la maquinaria va evolucionando y tenemos que adaptar a nuestra gente en prevención y todas las herramientas que podemos tener en un sector como en el nuestro y que necesita de una evolución constante. Creo que tenemos que tomar ejemplos como el de Brasil, que están planteando una nueva Ley de Puertos con el Gobierno actual; como se hizo en Argentina también. Chile, con los kilómetros de costa, tiene que dar un paso adelante y desarrollar una Ley Portuaria que sea positiva.

Casi todas las regulaciones de Latinoamérica datan de los años 90 y están obsoletas en relación a los nuevos tiempos ¿Qué temas debe incluir una nueva regulación?

La pandemia creo que nos ha cambiado mucho a todos y a todo. También, hay aspectos que nos preocupan como es la afectación medioambiental que puedan tener el crecimiento de puertos, la repercusión que tiene un crecimiento importante de los puertos también desde lo científico y cómo va a repercutir en la sociedad. Ejemplo, el Puerto de San Antonio con un proyecto de nueva terminal con muchos millones de contendores que va a repercutir en la sociedad. Por lo mismo, nos interesa que (ese proyecto) ayude a desarrollar a San Antonio y para eso tenemos que ir todos de la mano para confiar el futuro de nuestra gente. No se lo podemos dejar en manos de multinacionales que vienen y sacan todo el beneficio y no dejan nada en el puerto y la zona de influencia.

¿Qué se debe hacer en ese sentido?

Obligarles que una parte del beneficio sea para el pueblo que, al final, es el propietario de los puertos ,ya que es un bien público, por más que esté gestionado por privados es un bien que es del pueblo y la gente debe tener algún beneficio, ayudar a desarrollar el país y, al final, creo que misión de todos.

En España existe Puertos del Estado como ente central y luego autoridades portuarias locales ¿Considera ese un buen modelo a seguir?

En España, hay un órgano central que se llama Puertos del Estado que también funciona en otros países europeos, donde se gestionan las 27 autoridades portuarias que están gestionadas por cada comunidad, por lo que el órgano central hace de coordinador y mediador entre el Ministerio y las autoridades locales. Yo creo que es un buen sistema, crear un ente regulador que tenga información y capacidad de acción para crear leyes, de sentar a los implicados en la mesa, que los trabajadores puedan mostrar sus puntos de vistas, ideas y pre indicaciones; también las empresas que -obviamente- puedan indicar sus indicaciones y, a partir de ahí, conformar una Ley Portuaria, así lo hemos conseguido la mayoría de los países y Chile no puede tardar tantos años en tener una Ley Portuaria.

¿Chile está listo para crear una Ley Portuaria?

Las organizaciones sindicales están maduras, las empresas son muy importantes y el Gobierno está en el camino de pasar esta época de consolidación. Creo que es el momento de ponernos a la obra, trabajar y no hablar que, al final, es lo importante.

¿Cómo evalúa a otros países de la región?

Todo el mundo tiene sus problemas, no hay un país donde no tengamos problemas. A veces son más o menos importantes, inclusive heredados de hace 35 años de Gobiernos que han sido menos propensos a mejorar la vida de las personas. Yo creo que estamos en el camino. Hay que ver el vaso medio lleno de que en Latinoamérica los puertos están funcionando, están exportando millones de toneladas, están trabajando -y lo notamos- y los sindicatos son cada vez más fuertes con criterios muy importantes al momento de tomar decisiones estratégicas. Hay una evolución en todos los actores que estamos implicados en el rubro portuario y creo que en los demás países ocurre lo mismo.

¿Algún caso en particular dentro de Latinoamérica?

Lo vemos en Brasil donde las organizaciones sindicales están unificados y el Gobierno hace meses trabaja periódicamente para solucionar los problemas que puedan salir. En Argentina, lo mismo. En Uruguay, hay una relación directa entre Gobierno y trabajadores muy fuerte a pesar del cambio de Gobierno. Yo creo que hay una madurez, tanto a nivel laboral como gubernamental y sindical, por lo que creo que Chile tiene que dar este paso también, tirar de una Ley Portuaria que proteja a los trabajadores. Creo que eso sería lo más importante que quiero sacar en base a Chile con respecto de lo que hemos aprendido del resto de países.

Usted hizo referencia al “comportamiento” de las empresas ¿Son muy complejas las relaciones laborales en los puertos Latinoamericanos? 

Con la excepción puntual de algunos casos, las empresas a nivel portuario quieren sindicatos fuertes que puedan pactar contigo y que no tengan que pactar con siete sindicatos diferentes en la misma terminal o puerto. Muchas veces, no es tanto el problema de la matriz de la compañía, sino tiende a ser por el director o gerente local, quien por querer hacer puntos dentro de la misma empresa pisa al resto del mundo. Creo que lo hemos detectado y las empresas también, por lo que creo que no hay ninguna directriz dura de las empresas de querer atacar a los trabajadores, lo que quieren es ganar dinero como nosotros, llenar los puertos con barcos como nosotros, es algo que tenemos en común.

¿La automatización es algo que les preocupa como organización?

Realmente, hay dos visiones. Hay una visión que ha sido la que hemos potenciado nosotros como organización de intentar demostrar a la sociedad que la automatización y las nuevas tecnologías, en el caso estrictamente portuario, no nos trae mejoras ni de eficiencia, ni en productividad, ni en rentabilidad, ni ningún tipo de beneficios para las empresas y la sociedad. Lo único que les beneficia a ellos (a las empresas) es que reduce la carga laborales de trabajadores. Por eso, nos han encontrado con cierta oposición y seguiremos peleando no contra las nuevas tecnologías y la automatización, pero contra que esas tecnologías sean utilizadas para sustituirnos y para eliminarnos, ahí nos van a encontrar en cuanto nuestra experiencia ha sido que cuando nos hemos sentado con las empresas y las autoridades y nos han explicado los motivos para automatizar y para sustituirnos, no han tenido argumento ninguno. En los últimos 2 años, hemos sido partícipes de un estudio de automatización y las consecuencias de la introducción de las nuevas tecnologías en los puertos, donde hemos contactado mediante un equipo de investigadores con las diferentes empresa que operan a nivel mundial, al igual que con navieras y autoridades. El resultado del estudio es que se demuestra que no es más eficiente ni rentable y ni productivo el automatizar una terminal y que no tiene un sentido puramente económico, sino que es puramente de lucha sindical y de devaluar a los trabajadores.


 

 

 


 

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