Luis Alberto Zanela

@GrupoT21

Morgan Edwards, Directora Comercial de Maersk para México, proyectó un crecimiento de 4% para el comercio de ese país, pese a desaceleración.

Recientemente, Citibanamex confirmó una desaceleración en la economía mexicana en el primer trimestre de 2019 con base en cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) que muestran que, de enero a marzo de 2019, el PIB disminuyó en (-)0.2% a tasa trimestral con cifras desestacionalizadas, desde un 0.0% en el trimestre anterior.

Lo anterior, según la ejecutiva de la naviera danesa,  estuvo impactado por una desaceleración en la economía de China y por una recuperación más lenta de su producción luego de las festividades del año nuevo, lo cual trajo consigo una reducción en las importaciones desde aquel país.

“Hemos visto que al principio de año hubo una desaceleración en las importaciones de China principalmente, esto lo atribuimos al año nuevo chino. En el pasado, tras el nuevo año chino donde hay un paro en la producción y por ende de importaciones al país, normalmente se recuperaba este paro en una o dos semanas tras las festividades; este año vimos que la recuperación tardó entre cuatro y cinco semanas”, indicó la directiva.

Sin embargo, Edwards sostuvo que el panorama para el resto de 2019 no es pesimista e incluso mencionó que el comercio de México podría crecer entre un 4 y un 8% en contenedores vía marítima, lo cual supera el 3% de crecimiento que se registró en 2018. Este es un buen síntoma si se toma en cuenta que más del 80% del comercio mundial se mueve por mar.

“Enero y febrero los vimos muy lentos, pero sorprendió marzo con un crecimiento de 8% a la importación de China, entonces ya empezamos a ver que se están recuperando las importaciones y estamos regresando a niveles más normales. Cuando hablamos con nuestros clientes enfocados en el sector retail, ahí la tendencia es muy positiva, a pesar de que sus inventarios estuvieron un poco llenos este inicio de año, continúan con una visión positiva para fin de año y apostando a la confianza del consumidor que sigue siendo fuerte”, dijo Edwards en entrevista con T21.

De acuerdo con el reporte de comercio elaborado por Maersk, la naviera más grande a nivel mundial, los débiles resultados industriales de China en enero y febrero contribuyeron a un menor crecimiento del comercio mexicano en el primer trimestre. Esto ocurre después de que las ganancias industriales chinas disminuyeron en enero y febrero en comparación con el mismo período del año anterior, lo que representa la mayor caída en más de una década, sin embargo, la producción industrial aumentó un 8.5% en marzo, lo que contribuyó a un repunte del primer trimestre.

El PIB de China creció con un 6.4% en el primer trimestre después de que el gobierno dio a conocer un paquete de recortes fiscales para impulsar el crecimiento económico. Contribuyendo a esta mejora, entró la decisión de Estados Unidos de frenar la implementación de tasas arancelarias más altas para las importaciones chinas a partir del 1 de marzo.

“La economía china se está acelerando nuevamente y, si bien se prevé que el crecimiento de la economía mexicana crecerá más lentamente de lo que se esperaba al principio en 2019, también está respaldada por el fuerte consumo de Estados Unidos. Sin embargo, las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos siguen siendo una preocupación”, indicó Alexandra Loboda, Directora General de Maersk para México y América Central.

Mayor dinamismo

Pese a este escenario, Morgan Edwards indicó a T21 que para este 2019 se estima un crecimiento de 10% en exportaciones de contenedores vía marítima y un 5% de importaciones, como mínimo, tomando como base Europa, Asia, África y Oceanía, donde se utiliza el barco para tener acceso y sin contar con la economía estadounidense a donde se exporta el 80% en camión.

“Si nos enfocamos en lo que más impulsa el crecimiento, la exportación de la cerveza, que el año pasado creció un 30%, este año va a continuar creciendo gracias a la nueva planta de producción en el Sureste y la apertura de nuevos mercados como Asia u Oceanía”, reforzó.

En ese sentido, dijo también que un signo de mejora es la negociación de sus clientes para nuevos contratos con China, además de que el gobierno del país asiático anunció que luego de algunas restricciones está otorgando permisos fitosanitarios para los exportadores mexicanos de banana.

A pesar de que, tras los impedimentos para la exportación hacia China de productos de desperdicio como minerales y cenizas que implementó en los últimos años para volverse más sustentable, “estamos viendo que nos impactó en las exportaciones de desperdicio mexicano, pero hay otros productos que empiezan a despuntar, no solo es cerveza, sino plátano, autopartes, línea blanca, algodón y otros productos ya de agroalimentario que empiezan a diversificarse hacia China, Asia y eso habla de un crecimiento y diversificación a nuevos mercados”, enfatizó.

Esto se produce después de que las importaciones y exportaciones totales a Europa y Asia aumentaron un 3% en 2018, en comparación con el 12% en 2017. El desempeño de 2018 fue menor de lo esperado después de que las exportaciones produjeron “un resultado sorprendente”. Las importaciones asiáticas y europeas aumentaron un 6.5% en 2018 año con año, mientras que las exportaciones asiáticas y europeas disminuyeron un 9% el año pasado, según el reporte.

Automotriz a baja velocidad

El reporte de comercio de Maersk mencionó también que, para la industria automotriz mexicana, se pronostica que los volúmenes comerciales crecerán “un modesto 2% o más en 2019”. Aproximadamente el 85% de todas las ventas de automóviles mexicanos van a los Estados Unidos, mientras que el 15% restante se envía a Europa, Asia y Sudamérica; aunque Estados Unidos está mostrando preferencias por las pick ups que se producen allí y las ventas de vehículos ligeros caerán por debajo de 17 millones de unidades en 2019, lo que genera dudas sobre si el auge de las ventas de automóviles en los Estados Unidos está llegando a su fin.

No obstante, Morgan Edwards enfatizó que Maersk no prevé que haya una contracción en la producción nacional, pero sí afecta al crecimiento que no existan plantas nuevas de producción que comiencen a operar este año, a diferencia de los anteriores.

“Si comparamos año con año, los últimos cinco cada año ha habido una planta nueva que entra en producción y eso acelera importaciones y exportaciones exponencialmente, al ser este año uno en el que no entre en producción una planta nueva, no es que vayamos a producir menos automóviles, pero ya no hay planta nueva y no se va a ver el crecimiento de doble dígito que se vio en el pasado”, argumentó.

De este modo, el panorama alentador para las actividades de comercio exterior marítimo se comenzarán a ver hacia el segundo y tercer trimestre del año, cuando inicie la temporada alta de importaciones para enfrentar la demanda del Buen Fin y las festividades navideñas, en perspectiva de Maersk.