Por Redacción PortalPortuario.cl
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En el ingreso al Puerto de Estocolmo se está probando una boya inteligente que funciona con energía solar. Como parte del proyecto Intelligent Sea EU, Ports of Stockholm está testeando marcadores de navegación inteligentes, entre otras cosas, para mejorar la eficiencia del servicio y el mantenimiento. Las señales serán más sostenibles y también soportarán condiciones climáticas heladas severas.
Este es el quinto marcador de una serie y el último en ser probado en la capital sueca. La empresa finlandesa Arctia-Meritaito está ejecutando el proyecto junto con los puertos de Estocolmo y Naantali como socios.
“Esperamos que las células solares, en combinación con el hecho de que la boya se controla de forma remota mediante 4G, hagan que el servicio y el mantenimiento sean más eficientes. También esperamos un invierno frío y duro para probar la boya en condiciones climáticas adversas”, comentó Fredrik Lindstal, presidente de la Junta de Ports of Stockholm.
Las células solares están integradas en la boya y las baterías están especialmente construidas para ser resistentes a los inviernos helados. Las baterías recargables son más sostenibles, con una vida útil operativa de entre 7 y 10 años, en comparación con la vida útil normal actual de 12 meses. Por lo tanto, las baterías deben reemplazarse con mucha menos frecuencia.
La boya está equipada para el control remoto de sus baterías, panel solar, señal luminosa y posición. Esto hace que tanto el servicio como el mantenimiento sean más eficientes, ya que el número de veces que es necesario enviar un buque de servicio es menor, lo que también reduce las emisiones.
El elemento tiene 10 metros de altura, con 3,5 metros visibles sobre la superficie del agua. Mide 80 centímetros de diámetro y está equipado con una lámpara LED. Una cadena de cable de diez metros de largo y un accesorio de hormigón de siete toneladas aseguran que la boya esté anclada de forma segura en el lecho marino.
El proyecto Intelligent Sea EU se ejecuta desde 2018 hasta 2022 y está financiado por una subvención de la Unión Europea del programa Conectar Europa (CEF).