Por N.Birchmeier Rivera
@PortalPortuario
Puerto de Valparaíso está buscando soluciones para llevar a cabo el muelle prioritario para cruceros, puesto que su construcción resulta poco rentable para la administración estatal.
El presidente de la Empresa Portuaria Valparaíso (EPV), Raúl Celis, indicó que una de las alternativas que barajan es sacar provecho a la idea de transformar el borde costero del sector Barón en un espacio de uso portuario y recreativo para la ciudadanía, ya que la construcción de este proyecto en sí “no es rentable” para la entidad.
En este sentido, Celis manifestó que “el muelle de cruceros no es un proyecto que flote, que se financie. Hay estudios que dicen que el muelle cuesta 40 millones de dólares, otros 30 millones de dólares, 18 millones de dólares pero en cualquier escenario un muelle exclusivo de cruceros no es rentable”.
De esta forma, el presidente de la estatal comentó que están analizando la opción de extenderse y recuperar el espacio donde se encuentra emplazada la bodega Simón Bolivar, para generar mayor atracción para quienes busquen adjudicarse la licitación del futuro atracadero prioritario para cruceros en el Puerto de Valparaíso.
“Yo intentaría hacer un desarrollo que involucre el muelle de cruceros, aprovechamiento de la bodega Simón Bolivar, incluso hay universidades que han pensado en crear un centro que incentive, entre otras cosas, la logística y negocios para la ciudad y que involucre el sector del borde costero de Barón hasta Portales”, planteó.
“Entonces hay que buscar cómo hacerlo rentable y probablemente, parte del modelo de negocios que se estudiará en su oportunidad va a incorporar el aprovechamiento de ese borde costero. Esa sería la figura pero que requiere un análisis”, apuntó.
Cabe recordar que la propuesta aprobada por EPV fue desarrollada por profesionales de Agunsa, en trabajo conjunto con la empresa de ingeniería holandesa Royal HaskoningDHV, donde consideran una superficie aproximada de 2.300 metros cuadrados, en el sector de tierra, donde se puedan instalar las oficinas de operación del muelle y áreas de consolidación de cargas y estacionamiento de distintos proveedores que dan servicio de abastecimiento a las naves de pasajeros.
El diseño incorpora, además, un puente de acceso, que consiste en una plataforma de concreto con un ancho de 10 metros y 200 metros de longitud, cuya función principal es la de conectar el lado tierra con la plataforma de atraque y; una plataforma de atraque de concreto armado, montada sobre pilotes con un ancho de 30 metros y un largo de 203 metros, la que permitiría albergar dos sitios para la atención de dos buques de eslora de 300 metros en forma simultánea.
Se considera también el uso de sistemas de amarres, de última generación del tipo ShoreTension, los que permiten asegurar mejores condiciones de operación de las naves en los sitios de atraque.
Incluso, la iniciativa proyectada por Agunsa tiene la posibilidad de ampliarse a futuro, lo que permitiría recibir naves todavía mayores a las que circulan por las rutas turísticas de Sudamérica.