Restricciones occidentales a productos petroleros rusos redibujan el mapa de envío global

Por Redacción PortalPortuario/Agencia Reuters

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Los proveedores mundiales de combustible están recurriendo a rutas más largas y costosas que producen más emisiones de carbono para mover su diésel y otros productos, ya que las restricciones occidentales sobre las cargas rusas han reorganizado los patrones globales de envío de energía.

Como resultado de la prohibición de la Unión Europea sobre el combustible ruso que comenzó el 5 de febrero, los petroleros que transportan productos de petróleo limpio como gasolina, diésel, combustible para aviones y nafta viajan entre 16 y 18 días para llevar suministros rusos a Brasil o cargamentos estadounidenses a Brasil y Europa, según dos fuentes de envío.

Eso es más de los cuatro a seis días que un barco solía viajar de Rusia a Europa, dijeron las dos fuentes, un corredor de una importante empresa de corretaje marítimo y un fletador involucrado en el comercio ruso de nafta que se usa para fabricar plásticos y productos petroquímicos.

La prohibición se suma a la interrupción a fines del año pasado de las ventas de crudo ruso al bloque, así como a los límites de precios occidentales.

Desde el inicio de la prohibición, el Índice de cisternas limpias publicado por Baltic Exchange, que mide las tarifas de flete promedio para enviar combustibles como gasolina y diésel en algunas de las rutas mundiales más comunes, se ha más que duplicado.

El rediseño del mapa de envío subraya los efectos colaterales de los esfuerzos occidentales para castigar a Rusia por su invasión de Ucrania el año pasado, lo que aumenta la inseguridad en el suministro de combustible y eleva los precios, incluso cuando los políticos se preocupan por la inflación y el riesgo de una recesión económica mundial.

“Los viajes no solo son mucho más largos, sino que el comportamiento de los buques también ha cambiado, lo que impide que los buques operen en otros mercados de CPP (productos de petróleo limpios)”, escribió en una nota del 31 de marzo Dylan Simpson, analista de carga de la firma de análisis de petróleo Vortexa.

Los cargamentos rusos de combustible se dirigen a compradores lejanos en Brasil, Turquía, Nigeria y Marruecos a medida que Moscú compensa la pérdida de negocios europeos, mientras que Europa está importando más combustibles como el diésel de Asia y Medio Oriente, según datos de envío de Refinitiv y Kpler.


 

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